Un turista mexicano fue hallado muerto por su esposa en la morgue de Lima tras haber sido reportado como desaparecido hace tres días, informaron este jueves medios locales.
José Fernando Hernández Mora, de 64 años, había llegado a Perú junto con su esposa, Irma García, el pasado 28 de mayo con la intención de conocer el sitio arqueológico de Machu Picchu, en la región sureña de Cusco, y también hacer turismo en Lima.
“Ahorramos durante cinco años para cumplir el sueño de venir a Machu Picchu”, contó a periodistas una afligida García.
Tras visitar el famoso sitio arqueológico inca, los esposos mexicanos retornaron a Lima, con el objetivo de recorrer lugares turísticos antes de emprender el retorno a su país este domingo.
Por ello, abordaron un autobús del sistema de transporte público del Metropolitano con destino al balneario sureño de Barranco, pero la gran cantidad de personas en una estación desorientó a Hernández, quien sufría de problemas de memoria, y se separó de su esposa.
Ella intentó ubicarlo mediante el celular que portaba, pero al no tener respuesta denunció su desaparición ante la Policía Nacional, la Embajada de México y medios de comunicación, quienes emprendieron la búsqueda y difundieron profusamente la información.
“Hermanos peruanos, ayúdenme. Si lo ves caminar, detenlo y ponlo en contacto con cualquier policía”, suplicó García con una fotografía de su esposo en mano.
Tras este pedido público, un empleado de la Morgue Central de Lima la llamó por teléfono este miércoles para pedirle que se acerque a esa institución, en el centro histórico de Lima, donde se encontraba el cuerpo de una persona con características similares a las de su esposo.
En el lugar, García comprobó que se trataba del cuerpo de Hernández Mora, que permanecía como “no identificado”.
La Policía Nacional señaló que el turista fue atropellado días antes por un autobús en la autopista de la Costa Verde de Lima, que corre en paralelo al océano Pacífico, en una zona correspondiente al distrito de Magdalena del Mar.
En medio de su congoja, García agradeció el apoyo inmediato que le dieron las autoridades y la solidaridad que recibió de los peruanos para encontrar a su esposo.
“Son muy buenas gentes. Dicen que Perú es pobre, no tienen plata pero tienen oro. Es oro lo que tiene en el corazón”, declaró entre lágrimas a las afueras de la morgue limeña.
Antes de retirarse, mostró su resignación al agregar: “¿Quién no ha tenido un accidente automovilístico?. Nada me regresará a mi Fer”.
Más allá de ello, García interpuso una denuncia en la sede de la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional con el fin de dar con el responsable de la muerte de su esposo.
Con información de: Vanguardia