Con el propósito de impulsar acciones de desarrollos territoriales, basados en la conservación y aprovechamiento del suelo, agua y la cubierta vegetal como cimiento a su implementación, con una visión tecnológica, productiva, económicamente rentable y socialmente factible, coordinan esfuerzos la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (SEDARH), y la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA).
En reunión de trabajo, Alejandro Cambeses Ballina, titular de la SEDARH y Ramón Antonio Sandoval Noriega, Director General de la CONAZA, acordaron que una de las primeras acciones a desarrollar en coordinación con los productores, será establecer de 30 a 50 hectáreas de plantaciones cercadas de agave salmiana (maguey mezcalero), en densidades de 600 plantas por hectárea, con terrazas de formación sucesiva y paso de rodillo aereador con resiembra de pastos nativos entre las terrazas, con el fin de asegurar una sobrevivencia del 97% de las plantas.
Bajo este paquete tecnológico, explicó el titular de la CONAZA en San Luis Potosí, Jesús Martínez Hernández, se permite la producción de forraje en el agostadero para una actividad ganadera regulada y en 8 años se puede contar con piñas de 50 kilogramos para su venta en mezcaleras, además de otros subproductos del maguey (penca, mixiote e hijuelos), además de que se puede alcanzar un ingreso a mediano plazo en 50 hectáreas, de 3 millones 295 mil pesos.
Por su parte, el titular de la SEDARH, Alejandro Cambeses Ballina dijo que, los desarrollos territoriales deben poder incidir en los programas de desarrollo rural existentes y la asistencia técnica que tiene en marcha el Gobierno Federal a través de la CONAZA.
El Director General de la Comisión Nacional de Zonas Áridas, Ramón Antonio Sandoval Noriega, indicó que San Luis Potosí fue uno de los primeros estados con los que la dependencia a su cargo firmó convenio de colaboración, por lo que sin duda el establecimiento de proyectos estratégicos entre CONAZA y SEDARH combatirán la desertificación que genera problemas de productividad y de capacidad de almacenamiento de humedad del suelo, que en forma social se refleja en bajos rendimientos y disminución de ingresos para los productores.