La semana pasada, María Guadalupe Alvarado Zúñiga, una joven de 23 años, fue privada de su libertad en esta capital y encontrada posteriormente asesinada a 47 kilómetros de distancia en la zona rural del municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), en la región centro de la entidad.
Familiares reclamaron ayer el cuerpo de la víctima que permanecía sin identificar en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), de Chilpancingo desde el jueves 20, porque la joven fue lapidada y su rostro desfigurado por lo que se tuvieron que hacer exámenes de genética forense, indican reportes oficiales.
Los familiares de María Guadalupe denunciaron ante la Fiscalía General del estado (FGE), que la noche del miércoles 19, ella fue privada de su libertad al interior de una discoteca en Chilpancingo.
Al siguiente día, jueves 20, autoridades ministeriales encontraron el cuerpo de una joven mujer sobre la carretera que conecta el poblado de Apango, cabecera municipal de Mártir de Cuilapan, con la comunidad de Aixcualco, a una hora de la capital en la parte baja de la Montaña guerrerense.
No obstante, los familiares no pudieron reclamar el cuerpo hasta que tuvieron certeza mediante un diagnóstico de genética que les fue notificado ayer por la noche, señalan los reportes.
Es decir, el cuerpo de la jovencita permaneció ocho días en la morgue capitalina donde están almacenados más cuerpos sin identificar.
Este crimen se suma a la ola de asesinatos contra mujeres que han colocado a la entidad entre los primeros lugares en violencia feminicida en el país.
El año pasado se registraron 260 asesinatos de mujeres, de los cuales 31 crímenes fueron catalogados como feminicidios y la tendencia sigue en aumento.
Con estas cifras que abarcan de enero a diciembre de 2018 y que representan un aumento del 12 por ciento en comparación con la estadística de 2017, Guerrero ocupó el octavo lugar en feminicidios y el cuarto en homicidios dolosos de mujeres a nivel nacional.
Con información de: Proceso