El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que al menos 14 tripulantes murieron tras el incendio de un submarino militar. De acuerdo con las autoridades —que informaron hasta un día después del accidente— el transporte se encontraba realizando mediciones biométricas en el fondo marino.
La tierra de Vladimir Putin, que nos es muy famosa por su transparencia, solamente informó que las víctimas murieron a causa de los gases tóxicos que provocó el incendio al interior del submarino.
Las autoridades no especificaron cuántos pasajeros se encontraban en el submarino o qué clases de transporte —¿aparato?— era o dónde se encontraba. Sin embargo, reportes o filtraciones de medios locales aseguran que el “vehículo de descenso” es un modelo apodado Losharik muy utilizado por las fuerzas armadas rusas. Al mismo tiempo, el medio RBK informó que los 14 fallecidos en el incidente eran toda la tripulación.
“El 1 de julio, en aguas territoriales rusas se produjo un incendio en un aparato de investigación de aguas profundas de la armada rusa, diseñado para estudiar el espacio interior y el fondo de los océanos”, es la versión oficial de las autoridades retomada por El País.
Este es el cuarto desastre dentro de los submarinos rusos en los 20 años más recientes.
Además del incendio de esta semana, en 2003 murieron veinte marinos dentro de un submarino después de enfrentarse a mareas complicdas. Cinco años después, nueve murieron en otro accidente las cercanías del mar de Japón. Sin embargo, el más famoso —y del que se acaba de estrenar una película— fue en el año 2000, cuando explotó el submarino Kursk y cobró la vida de casi todos sus 118 tripulantes.
Con información de Sopitas