Con la visita del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, a México el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se enfrentará a un momento incómodo por el vínculo que mantiene a través de su esposa, con uno de los principales opositores del mandatario, Juan Manuel Zelaya presidente depuesto en 2009.
En medio de una aguda crisis política, económica y social en Honduras, Hernández se reunirá con su homólogo Andrés Manuel López Obrador para abordar el tema de la crisis migratoria que hoy los lleva a coincidir en búsqueda de una solución.
A diez años del golpe de Estado, Honduras vive nuevamente una situación de inestabilidad que de acuerdo con el especialista en estudios latinoamericanos, Adalberto Santana, es una de las principales causas de que miles de personas decidan huir para buscar mejores condiciones de vida.
Por lo que con independencia de las diferencias ideológicas que mantiene con el presidente de México, y la relación cercana del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, con uno de sus principales opositores, Juan Manuel Zelaya, a quien respaldó públicamente tras ser depuesto en el 2009, el éxodo migrante obliga a ambos jefes de estado a reunirse para buscar una solución.
“Ahí vemos la coincidencia entre el gobierno de López Obrador y de Juan Orlando Hernández. Son representantes de dos Estados y como tales debe darse esta reunión para solucionar problemas comunes que se presentan en Honduras y que afectan directamente a México”, dijo.
El vínculo entre el canciller y Zelaya se generó por su esposa Rosalinda Bueso Asfrua, quien fuera la representante diplomática del gobierno de Zelaya, y a quien apoyó en su momento para recuperar la embajada de la que fue expulsada por el gobierno interino tras el golpe de Estado.
Durante ese tiempo, el gobierno de México condenó la situación que prevalecía en el país centroamericano, aunque Ebrard fue más allá y le entregó las llaves de la Ciudad a Zelaya, lo nombró huésped distinguido y se comprometió a luchar para que se reconociera el gobierno democrático que encabezaba.
En 2017 Zelaya fungió como coordinador general de la llamada Alianza de Oposición contra la Dictadura que postuló a Salvador Nasralla, quien quedó en segundo lugar en las cuestionadas elecciones donde Hernández se reeligió, y a pesar de haber encabezar las preferencias electorales.
Actualmente Zelaya es el dirigente del Partido Libre y Refundación, de los más críticos al régimen y de Hernández y ha encabezado diversas protestas en contra de las políticas implementadas por el mandatario y su partido.
Por otra parte, Santana recordó que la reelección del presidente Hernández se da en un contexto de insubordinación del orden constitucional, además de un proceso electoral cuestionado por actores nacionales e internacionales, incluido México que al final terminó por reconocer su triunfo.
“En Honduras prevalece un escenario bastante complicado incluso en comparación con El Salvador y Guatemala. La crisis política que se vive en Honduras está agravada por el mismo presidente Juan Orlando Hernández, quien ha sido acusado de sus nexos con el narcotráfico”, agregó.
No obstante, reconoció que el tema de la migración supera las diferencias que existen y obligan a que los representantes de las ambas naciones se reúnan para encontrar una alternativa al flujo de miles de centroamericanos que salen de sus países por la violencia y la falta de oportunidades.
En este sentido destacó de que en la coyuntura, México ponga como elemento central la defensa de los derechos humanos de los migrantes, de estas personas que son exiliados económicos, políticos y sociales que están llegando a nuestro país y no sólo verlo en términos jurídicos.
Con información de Milenio