El desperdicio alimentario estará en el centro del encuentro del grupo internacional de expertos de la ONU sobre el cambio climático (IPCC) que tendrá lugar a partir de este viernes en Ginebra, sobre el uso de las tierras y la alimentación.
Según un borrador del resumen de este informe, entre el 25 y el 30% de la alimentación que se produce anualmente para el consumo humano se pierden o se desperdician.
Una cifra que ha aumentado un 40% desde 1970 y que representa 200 calorías al día por individuo.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte que la pérdida cuesta casi un billón de dólares cada año.
Equivale, además, al 8% de las emisiones de gases con efecto invernadero.
El desperdicio de alimentos no el mismo en todas partes.
El informe del IPCC debería subrayar las grandes disparidades entre los sistemas de producción en los países ricos y en los países en desarrollo.
La FAO indica que los consumidores de los países ricos tiran a la basura cada año 222 millones de toneladas de alimentos en total, es decir, casi el equivalente de la producción de África subsahariana.
Según una versión provisional del informe del IPCC, los habitantes de Europa y de América del Norte tiran de 95 a 115 kilogramos de alimentos al año, en comparación con los entre 6 y 11 kilogramos de los países de África subsahariana y Asia.
Las causas de este fenómeno varían mucho en función del grado de desarrollo de los países.
En los países en desarrollo, el 40% de las pérdidas se registran tras la colecta.
En los países industrializados, un 40% de estas se producen en la fase de venta al por menor o a nivel de consumidores.
Unos 2 mil millones de adultos en todo el mundo tienen sobrepeso u obesidad, mientras que 820 millones de personas pasan hambre.
El borrador del informe del IPCC considera que el consumo por encima de las necesidades nutritivas puede considerarse como una forma de desperdicio alimentario que es un contribuyente al menos tan importante para las pérdidas del sistema alimentario como el hecho de tirar la comida.
AFP