Tras los tiroteos masivos ocurridos durante el fin de semana en El Paso, Texas y Denton, Ohio el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el “supremacismo blanco” y el “racismo” aunque se enfocó en plantear una reforma centrada en salud mental, no en armas.
“La enfermedad mental y el odio jalaron el gatillo, no lo hizo el arma”, sostuvo el mandatario en un mensaje que dio a los ciudadanos estadounidenses desde la Casa Blanca descartando así una reforma que se enfoque en el control de armas.
El sábado, un hombre mató a tiros a 20 personas, incluidos 7 mexicanos, en un supermercado de la cadena Walmart en El Paso, Texas. Horas después, otro sujeto abrió fuego en el centro de Dayton, en Ohio, causando la muerte de nueve personas. Decenas resultaron heridos en ambos ataques.
Trump afirmó que Patrick Wood Crusius, el individuo blanco de 21 años identificado como presunto autor del tiroteo en Texas, publicó en internet un manifiesto “lleno de odio racista”. Además, advirtió de que “las amenazas de internet y las redes sociales no se pueden ignorar, y no se ignorarán.
“Tenemos que arrojar luz sobre los resquicios más oscuros del internet y detener los asesinatos en masa antes de que empiecen”, agregó.
Además, Trump señaló a los videojuegos como los responsables de la “cultura de glorificación de la violencia” que existe en el país, reforzando la teoría de algunos de que son esos juegos donde se entrenan los potenciales asesinos.
El presidente pidió acciones para aprobar lo que llamó “Leyes de Alerta Roja” para detectar a potenciales atacantes, y recordó el caso del tirador de la escuela secundaria de Parkland, Florida, de quien dijo que nadie prestó atención pese a las señales de su comportamiento con tendencias peligrosas.
“Debemos renovar nuestras leyes de salud mental para poder identificar los individuos perturbados que pueden hacer actos de violencia y que reciban no solamente tratamiento sino prisión preventiva si fuese necesario”, sostuvo.
Entre las acciones que planteó el republicano, afirmó que le ha solicitado al Departamento de Justicia que proponga una legislación para que quienes cometan delitos de odio y tiroteos masivos se enfrenten a la pena de muerte.
En su mensaje, el presidente instó a los partidos en el Congreso dejar de lado sus diferencias a la hora de manejar la actual crisis: “Podemos probar demócratas y republicanos que podemos unirnos de manera bipartidista para enfrentarnos a esta plaga”, dijo.
Con información de Aristegui noticias