Nepal ha decidido prohibir los plásticos de un solo uso en la región del Everest para luchar contra la creciente contaminación en el techo del mundo, que este año fue coronado por un número récord de escaladores dando la luz de alarma sobre la masificación de la montaña.
La prohibición incluye objetos de plástico como bolsas, popotes y botellas de menos de 30 micras de espesor
La nueva norma entrará en vigor el 1 de enero de 2020 y ha sido tomada por el municipio de Khumbu Pasang Lhamu, en el distrito nororiental de Solukhumbu, afirmó el principal administrativo de la zona, Ganesh Ghimire.
Según la fuente, la prohibición incluye objetos de plástico como bolsas, popotes y botellas de menos de 30 micras de espesor, en un momento en que el país busca atraer a 2 millones de visitantes extranjeros en 2020 con una campaña turística.
Sin embargo, las bebidas en latas de metal sí serán aceptadas”, precisó Ghimire sobre una prohibición que por el momento no castigará a quienes la incumplan.
Trabajaremos con la administración local, las compañías de montañismo y la Asociación de Montañismo de Nepal para hacer cumplir la prohibición”, añadió.
Esta temporada el Departamento de Turismo nepalí emitió 378 permisos de escalada, un récord histórico desde la primera ascensión exitosa al Everest en 1953.
MONTAÑAS DE BASURA
El Gobierno introdujo una norma en 2014 que obliga a cada miembro de la expedición a regresar con al menos 8 kilos de basura del Everest, y cada expedición está obligada a depositar 4 mil dólares que no son devueltos hasta recibir los deshechos.
Pero esta regla solo se aplica a quienes desean ascender a la cima del Everest y no a los excursionistas, y aún así muchos equipos acaban dejando la basura en la montaña.
El número de excursionistas ha aumentado cada año en la región del Everest, así que prohibir el uso de plásticos es una buena idea por parte de las autoridades locales”, dijo el expresidente de la Asociación de Agencias de Trekking de Nepal, Sitaram Sapkota.
Durante la temporada de ascensión que culminó en mayo, un equipo de montañeros encargado de la limpieza del Everest recuperó cerca de 11 toneladas de desperdicios y cuatro cadáveres que habían quedado abandonados en la montaña más alta del mundo.
Con información de Excélsior