Cuando llamaron a Brittany Smith el 11 de agosto para decirle que su hija de dos años se había quemado los pies, se angustió. Pero nada la preparó para lo que estaba a punto de ver.
“Su piel estaba derritiéndose. Estaba toda alrededor de las uñas de los pies, en los dedos de los pies”, contó desconsolada la madre de la menor, en una entrevista con la cadena ABC 2.
Ese día 11 de agosto, Kaylee Robinson, una niña de dos años de Tennessee, estaba al cuidado de Jennifer Vaughn, una mujer a la que identificaron como “su abuelastra”. Fue ella quien llamó presa del pánico a Brittany Smith para contarle que Kaylee se había quemado los pies. Le dijo que la había metido descalza en agua hirviendo porque “tenía un mal día”.
“Ella admitió lo que hizo”, contó incrédula la madre.
Kaylee Robinson fue trasladada de emergencia al hospital, donde los médicos, al ver sus pies, creyeron que llevaba “dos calcetines rosados quemados”, por cómo su color y por cómo se desintegraban. Rápidamente trasladaron a la menor a una unidad de quemados en Georgia, donde todavía hoy luchan para salvar los pies de la pequeña con cirugías complejas y cuidados intensivos.
“Es terrible, es simplemente muy estresante. Kaylee ya ha pasado por dos operaciones, pero no han funcionado. La piel no está realmente reparándose de la forma en que los doctores esperaban. Está pasando por mucho dolor”, reveló la madre de Robinson a Metro.
Las quemaduras que Kaylee tenía en ambos pies eran de tercer grado, que afectan a las capas más profundas de la piel, al destruir la epidermis y dermis y dañar el tejido subcutáneo.
“Los cirujanos van a quitarle piel del muslo la próxima semana para intentar reparar sus pies”, contó Smith, que se mostró realmente preocupada porque “hay una alta posibilidad de infección” y la niña podría terminar “perdiendo sus pies”.
Cuando los médicos vieron los pies de Kaylee creyeron que llevaba encima dos calcetines rosados quemados, por la forma en la que se derretía la piel (Foto: Brittany Smith)
Las impactantes lesiones de la menor no sólo consternaron a los médicos, sino también a la policía. En una entrevista con ABC 2, el investigador del Departamento del Sheriff del Condado de Rhea, Rocky Potter, dijo que eran “las peores quemaduras por escaldadura que ha visto jamás”.
Jennifer Vaughn fue arrestada y acusada de abuso infantil agravado, y el juez le impuso una fianza de USD 150.000 dólares. Brittany Smith contó que la detenida es la madre de su prometido, y que ya había dejado a su hija con ella sin que nunca hubiera ocurrido ningún incidente.
“No está bien. No hay nada en este mundo que una niña de dos años pueda hacer, sin importar cuánto te fastidie”, dijo Brittany a ABC 2.
“Si fuera a mi manera, ella tendría exactamente el mismo castigo que le infligió a mi hija. Me gustaría que alguien le quemara los pies de la misma forma”.
Con información de Infobae