La zona arqueológica de Mixcoac, ubicada cerca de la estación del Metro San Antonio, a partir del pasado sábado está abierta al público y se suma a las ubicadas en el Cerro de la Estrella, Tlatelolco, Templo Mayor y Cuicuilco.
Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comentó que llevó cerca de 100 años y diversas acciones para que se diera esta apertura, y llegar así a 194 sitios arqueológicos abiertos a visitantes en el país, cinco de ellos en la capital.
“Es una zona que se ha explorado durante 100 años, pero no reunía las condiciones para recibir al público; con un esfuerzo de distintas instancias de nuestro instituto, el apoyo de la Secretaría de Cultura y la decisión del director Diego Priego, se abrió y es la zona arqueológica 194 dentro de la red de áreas con visitas”, dijo.
Morrison Limón, director de Estudios Arqueológicos del INAH, recordó que en 1917 se realizó la primera documentación oficial de la zona, posteriormente, en 1920 se llevó a cabo la excavación; desde entonces y hasta la fecha se han efectuado diversos servicios de mantenimiento y conservación.
Actualmente, se cuenta con una sala introductoria ubicada abajo del Periférico, en donde también se encuentran parte de los monumentos que se pudieron rescatar en la construcción de dicha vía durante 1961.
La zona arqueológica de Mixcoac —Mixcóatl, cuyo nombre significa “donde se venera la serpiente de nubes”— está construida con tezontle, piedra volcánica, canto rodado, entre otros materiales. Consta de una plataforma y edificios anexos, patio central, plaza ceremonial y cuartos habitacionales de adobe.
Por su parte, Roberto Gallegos, arqueólogo y encargado de este sitio, explicó que Mixcóatl era el dios de la cacería y en la zona se encuentran testimonios del templo, en donde existen una serie de piedras que pudieron ser ocupadas para sacrificios, así como una plataforma en donde, tal vez, se realizaban danzas y bailes.
A nivel nacional, se cuenta con 72 zonas arqueológicas ubicadas en espacios urbanos, aunque son más de 53 mil sitios registrados bajo dicha categoría, y sólo 194 están abiertos al público.
Mixcóatl era un chichimeca que procedía del norte de México, encabezó a un grupo de cazadores-recolectores que llegaron a la Cuenca de México hacia el año 900 d. C., se asentó en Culhuacán y fue trascendente su transformación, de cazador a hombre-dios, practicó la agricultura.
Finalmente fue convertido en Dios protector de los cazadores, portador de arco y flechas.
La documentación arqueológica a lo largo del siglo XX, permite reconocer que Mixcoac es un sitio excepcional, ya que ha sido investigado, intervenido y gestionado ininterrumpidamente por más de 100 años.
Tuvo una ubicación privilegiada ya que se encontraba cerca de una gran laguna, así como de los rías y arroyos que descendían de la zona montañosa localizada al oeste.
Los materiales provenientes de las excavaciones realizadas en el sitio desde 1920 y en los alrededores en el presente siglo indican que el lugar tuvo una larga ocupación humana, destacando la evidencia arqueológica de época teotihuacana (fases Xolalpan y Metepec, 450 al 600 d.C. ) recuperada en la construcción de la estación del metro San Antonio.
Durante el Posclásico (900- 1521 d.C.) el sitio alcanzó su apogeo. En la región se ampliaron los basamentos, así como las áreas administrativas y habitacionales.
En la actualidad solo se conserva una pequeña parte del asentamiento prehispánico, el cual presenta tres periodos constructivos identificables en la evidencia arqueológica, y que corresponden al Posclásico, es decir, de la ocupación Mexica en el sitio.
Las edificaciones de Mixcoac fueron contemporáneas a los mexicas y la Ciudad de México- Tenochtitlán.
Con información de Infobae