La Conferencia de las partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES en inglés) dio un ultimátum al gobierno de México, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para tomar “medidas inmediatas y efectivas’’ antes del 1 de noviembre de 2019 para salvar a la vaquita marina, especie en peligro de extinción.
A pesar de la esgrima diplomática con la que México trató de defender las acciones tomadas en el pasado y las promesas a futuro para evitar la extinción de la vaquita, las partes, el secretariado de CITES y la sociedad civil, ejercieron presión debido a la premura que vive dicha especie de desaparecer.
La vaquita marina muere en las inmensas redes de pescadores que atrapan a la totoaba, cuyo buche es muy cotizado en China por aparentes beneficios para la salud. Grupos del crimen organizado, entre ellos el llamado Cártel del Mar, establecen varias cadenas para el tráfico ilegal de la totoaba pasando por Estados Unidos hasta su destino final en el continente asiático, lo que ha erradicado a la vaquita marina del Mar de Cortés, considerado “el acuario del mundo”.
La vaquita es el mamífero marino más amenazado en el mundo. Su población ha disminuido más del 98 por ciento en los últimos 20 años y en los últimos años han sufrido una tasa de disminución anual de alrededor del 50 por ciento al año.
Sólo quedan en el mundo 10 vaquitas marinas ubicadas en aguas mexicanas, por lo que CITES urge al gobierno a evitar que más ejemplares mueran ahogadas y enredadas en las redes de la pesca ilegal.
Es por ello que la comunidad internacional ha sonado las alarmas y urge a México a desplegar acciones gubernamentales para prevenir efectivamente la entrada de pescadores y embarcaciones al refugio de la vaquita e invitar a la Secretaría de CITES a evaluar la efectividad de las medidas antes de finales de 2019.
México debe recopilar y analizar información sobre grupos del crimen organizado y proporcionar actualizaciones periódicas al respecto (cada seis meses) a la Secretaría de CITES.
Además, se establecerá con México un grupo de contacto con China y Estados Unidos para monitorear el cumplimiento pleno de la “Iniciativa para la sustentabilidad en el Norte del Golfo de California” de México y las recomendaciones contenidas en el “Informe de la Undécima reunión del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) de 2019”.
Urge financiar y expandir completamente los esfuerzos de eliminación de la pesca en el refugio de la Vaquita y declararlo Zona Libre de Redes.
El gobierno de la 4T también está obligado a presentar un informe sobre los avances y situación de la vaquita a la Secretaría de la CITES para ser considerado por el Comité Permanente de dicho organismo en su 73ª reunión.
Si México no cumple con las demandas de la CITES acordadas hoy, se impondrán sanciones comerciales al país, que no han sido reveladas aún.
Impunidad
Al tomar la palabra Catherine Pruett, directora ejecutiva de Sea Shepherd Legal, organización que tiene desplegados barcos y vigilancia en la zona para apoyar a la Marina en la preservación de la vaquita, fue categórica en condenar la impunidad.
“A pesar del hecho de que existen prohibiciones legales contra el uso de redes de enmalle en el hábitat de la vaquita, a pesar del hecho de que hay zonas protegidas establecidas para ellas, y a pesar del hecho de que existe una prohibición del comercio internacional contra los productos del mar, los cazadores furtivos operan con impunidad”, deploró.
Pruett sostuvo que “la pesca en el hábitat de la vaquita ha aumentado, el uso de redes de enmalle sigue siendo rampante, la población de la vaquita no se ha estabilizado”.
“Sin embargo, no tenemos conocimiento de ningún enjuiciamiento de los cazadores furtivos que operan en la zona”, lamentó.
En declaraciones a Proceso, Pruett mostró su voluntad de seguir trabajando con el gobierno de México para proteger a la vaquita marina “en peligro crítico de extinción”.
Con una renovada presión de la comunidad internacional, será preciso que México continúe con la mejora de asistencia con patrullas, con la recuperación de redes de enmalle ilegales, “y la persecución de los cazadores furtivos. Sea Shepherd está dispuesto y comprometido a proporcionar asistencia completa “, afirmó Pruett.
Carrera contra reloj para salvar a la vaquita marina
“La comunidad Internacional mostró hoy su descontento con los progresos hechos por México para salvar a esta especie y le dado un ultimátum antes de considerar los procedimientos de cumplimiento, que pueden incluir sanciones’’, dijo en entrevista con Proceso Zak Smith director de Protección de Especies Salvajes, Océanos y Mamíferos Marinos del Natural Resources Defense Council (NRDC en inglés).
“Este es un paso crítico para garantizar que se tomen todas las medidas posibles para salvar a la vaquita ya que México es responsable de su destino”, lanzó.
Explicó que en estos momentos las vaquitas que han sido observadas “están muy, muy sanas, hay evidencia de que se están reproduciendo anualmente, pero lo que los lleva a la extinción es su caza en redes’’.
“Creo que si se ponen límites al uso de las redes en la zona, la vaquita podría volver a ser una especie que no corre peligro, se podría salvar”, aseguró.
“Hemos pedido sanciones para México de manera inmediata y que solamente sean retiradas si México demuestra que se están tomando acciones’’, reveló.
Mostró su alarma porque si este año mueren varias y si son hembras entonces las vaquitas van a extinguirse; “ese el temor, no creo que se puedan recuperar porque no habrá hembras para reproducirse”, valoró el experto.
Con respecto al tráfico de la totoaba, responsable del drama de la vaquita, reconoció que China también podría hacer algo para evitar el tráfico ilegal, “pero toma tiempo, todo este tipo de medidas toman mucho tiempo, y se tienen que llevar a cabo, eso es claro’’.
En opinión del experto, México debe tener un método estricto, 24 horas por 7 días a la semana para que no haya acceso a esa zona, prohibirlo por completo para la pesca, establecer una “Zona de Acceso Prohibido” (“No Access Zone” ) en donde la vaquita se encuentra.
Incluso recordó a fundaciones como la de Carlos Slim que se mostraba interesada en salvar a esta especie de cetáceo.
Smith acompañó a la secretaria general de CITES, Ivonne Higuero, en su recorrido por la zona en el Mar de Cortés. Evocó que previas administraciones se justificaban diciendo cosas como “estamos progresando, dennos más tiempo, y esta administración está más proclive a reconocer el problema”.
Sin embargo, remarcó, “hasta ahora no se ve ninguna señal de que se van a deslindar de sus predecesores y van a llevar a cabo un cambio radical para lograr un resultado a favor de esta especie’’.
Por otra parte, China está tomando también ciertas medidas, están investigando a los traficantes del buche de totoaba, “y esperamos que continúe llevando a cabo estos esfuerzos”.
El problema, enfatizó, “es que se ha dado información de inteligencia sobre quiénes son los traficantes, quiénes son los responsables, y el gobierno, a pesar de ello, no ha llevado a cabo una investigación exhaustiva sobre este asunto”.
De igual manera, Estados Unidos también es parte del problema, dijo. “Pero con los números de vaquita que quedan, realmente la responsabilidad está en México, lo primero es proteger y mantener seguras a las vaquitas, lo demás se irá implementando, pero estamos ante una situación de emergencia con 10 vaquitas”, argumentó.
“Para alargarle el tiempo de vida a la vaquita es necesario que se tomen medidas urgentes”, recalcó.
No tienen a dónde ir
La vaquita marina “no es una especie migratoria”, se asentó en los mares de Cortés y desde su llegada nunca ha salido de ahí, “no tiene a dónde ir”.
Es por ello que su cuidado es relativamente fácil en comparación con otros cetáceos, pero “desafortunadamente las buenas intenciones que el gobierno ha expresado nunca han llevado a cambios reales”.
Las marsopas son un grupo de mamíferos marinos totalmente acuáticos, todos los cuales están clasificados bajo la familia Phocoenidae, parvorder Odontoceti (ballenas dentadas). Hay siete especies existentes de marsopas. Son pequeñas ballenas dentadas que están muy relacionadas con los delfines oceánicos.
“México sería el primer país en el mundo en perder una de estas 7 especies”, advirtió el experto de NRDC.
Al contrario “parece que los gobiernos de México se han concentrado en un plan para la extinción de la especie en lugar de su preservación”, sostuvo.
“Si la perdemos en ese hábitat chiquito es un mensaje para otras especies en situación más complicada y de mayor impacto en mayor número de gente”, advirtió.
“Es una especie única que debería ser un tesoro para México y se debería hacer todo lo que pueda por conservarla y salvarla”, remató Zak Smith, del NRDC.
Con información de Proceso