El crimen de una niña estadounidense de 11 años violada y asesinada hace casi medio siglo ha sido finalmente resuelto gracias a un análisis genético, informa Los Angeles Times.
La pequeña Terri Lynn Hollis desapareció el 23 de noviembre de 1972 tras salir de su casa en Torrance (California, EE.UU.) para dar un paseo en bicicleta por el vecindario. Un día después, su cuerpo sin vida fue encontrado en una playa desierta de la localidad de Oxnard, ubicada varias decenas de kilómetros al noroeste.
Desde entonces, la identidad del asesino había permanecido desconocida. Los investigadores arrestaron en 1974 a un sospechoso —posteriormente descartado a raíz de evidencias que lo desvinculaban del caso— e interrogaron a otros 2.000 sujetos en relación a diversas pistas, todo ello sin resultado.
Así, a los familiares de Terri no les quedaba otra opción más que resignarse, dedicando un momento para recordar a la difunta cada Día de Acción de Gracias, festividad que coincidió con la desaparición de la pequeña aquel año.
Una noticia inesperada
Todo cambió hace unas semanas. Randy Hollis, hermano de la fallecida, llegó a su casa y encontró en la puerta a varios policías, quienes le comunicaron que habían identificado a un sospechoso por la muerte de Terri.
Los agentes le explicaron que se había encontrado una relación entre una muestra recolectada sobre el cadáver de la niña en 1972 y material genético de un pariente del sospechoso, aportado a una base de datos genealógica.
El análisis genético fue llevado a cabo siguiendo el mismo método que se utilizó para detener en 2019 al famoso asesino en serie de los 1970 y 1980 Joseph DeAngelo. De esta forma, la investigación por el asesinato de Terri apuntó a un tal Jake Edward Brown, arrestado en 1973 y 1974 por delitos vinculados con drogas, robos y dos violaciones. El hombre había muerto en 2003 en el estado de Arizona.
Identidad confirmada
Los restos de Brown fueron exhumados por orden judicial para comparar su ADN con el de la muestra tomada en la escena del crimen y de esta forma se pudo comprobar finalmente que se trataba del asesino de la menor.
El pasado miércoles, Randy y otros familiares de la víctima fueron invitados a la comisaría de Torrance, donde las autoridades anunciaron las conclusiones de la investigación.
“No pierdan la esperanza o el impulso para encontrar una resolución. Uno nunca sabe”, expresó Randy durante la ocasión, dirigiéndose a todas aquellas familias que aún atraviesan una búsqueda de justicia similar.
Con información de RT