Según se observa en una cápsula emitida por MILENIO, en abril del año 2017 una paciente de nombre Yolanda acudió a la clínica 2 del IMSS para que le atendieran un fuerte dolor, entonces el médico familiar le aseguró que era una simple contractura. El medicamento no funcionó.
En Noviembre de ese mismo año finalmente se le practicó una tomografía, un médico ortopedista y no un oncólogo le sentenció con un diagnóstico mortal, cancer no operable y que moriría en seis meses.
Yolanda se sometió a treinta sesiones de quimioterapia, cinco a la semana. En mayo del año 2018 otro médico revisó el expediente quien le dijo que no tenía cancer. desconfiando en el IMSS utilizó los ahorros de su vida para someterse a una cirugía en un hospital privado, sin embargo eso no es suficiente, ahora Yolanda necesita otra cirugía para salvar su vida y no dejar en el desamparo a sus hijos adolescentes.
Actualmente existe un proceso judicial en contra del Instituto Mexicano del Seguro Social, la justicia negada en el instituto espera, de la mano de su abogada, que llegue finalmente a su vida. Ninguna sentencia le devolverá su salud y la tranquilidad perdida por causa de la negligencia de la que fue objeto, sin embargo, esta resolución debe ser un llamado de atención a los directivos de hospitales que tratan con personas.