Los bomberos lograron controlar después de diez horas un gran incendio en una planta industrial de Ruan, en el norte de Francia, pero las autoridades temen ahora una posible contaminación del río Sena, que atraviesa París.
Diez horas después de que se declarara el incendio en la planta de Lubrizol -una compañía que fabrica aditivos para carburantes, pinturas y aceites industriales- el fuego, que no dejó víctimas, estaba controlado, indicaron los bomberos.
El incendio está “circunscrito” pero no “apagado”, dijo Marc Vitalbo, el responsable de las operaciones de extinción, en las que participaron 200 vehículos.
Una gran nube de humo fue visible a diez kilómetros de distancia de la fábrica. La planta está clasificada como Seveso, nombre de una directiva europea que impone a los países miembros identificar los centros industriales que entrañan un alto riesgo en caso de accidente.
“Algunos productos fueron evacuados”, explicó Vitalbo al ministro francés de Interior, Christophe Castaner, que visitó las cercanías de la planta, donde trabajan unas 400 personas.
“La prioridad son las instalaciones interiores de la empresa que todavía no se han visto afectadas”, explicó a la prensa Jean-Yves Lagalle responsable de los bomberos de Seine-Maritime, el departamento donde está la ciudad de Rouen.
Dos plantas cercanas, también clasificadas como Seveso, fueron evacuadas. “Los bomberos caminan sobre una capa de tres o cuatro centímetros de hidrocarburos. Este tipo de fuego no solo se apaga con agua, hay que poner emulsores y un capa de espuma”, dijo Lagalle, que calificó el incendio de “extremadamente peligroso para la seguridad del personal”.
El delegado del gobierno en Normandía, Pierre-André Durand, habló por su parte del “riesgo de contaminación del Sena”, porque la planta está situada frente al río, a tres kilómetros del centro y de la catedral de Ruan.