Sabemos que el problema de los desechos y la emisión de gases de efecto invernadero solo se resolverá por medio del trabajo conjunto de las autoridades y los ciudadanos. Lo que a veces olvidamos cuando viajamos es que la industria del turismo también hace su aporte a este problema.
Los medios de transporte internacionales, el hospedaje y la comida contribuyen considerablemente a la contaminación. Pero, entre todas las formas de turismo, ¿cuál es la que más afecta al planeta?
Si pensaste en los cruceros marítimos, estás en lo correcto. Aunque los presenten como experiencias paradisíacas de vacaciones, en realidad son máquinas de desechos y emisiones nocivas que contaminan mucho más de lo que imaginarías.
De acuerdo con la compañía Oceana, dedicada a la preservación de los océanos, los cruceros generan hasta 95 metros cúbicos de residuos procedentes de inodoros, y 541 metros cúbicos de desechos provenientes de lavados, cocinas y duchas todos los días.
Lo que es peor, la falta de regulación en la industria les permite verter estos desechos en las aguas sin un tratamiento previo. Esta corriente de residuos orgánicos e inorgánicos posee una carga importante de bacterias, gérmenes patógenos y metales pesados que son muy nocivos para la vida marina.
Se estima que un paseo de ida y vuelta por alguna isla italiana generaría 3,5 kilos de desechos por persona cada día, lo que en un mes se convertiría en 105 kilos. Si en promedio viajan 6 mil personas por vez, la masa de los desechos se eleva a 630 toneladas mensuales.
Además de los desechos generados por pasajeros, se añaden los líquidos tóxicos que emiten las embarcaciones, una combinación de aceites, trozos de metal, gasolina, grasa, residuos en descomposición, pintura y más.
Los cruceros son una de las formas más nocivas de viajar por el mundo, así que, si deseamos pasarla bien durante nuestras próximas vacaciones, deberíamos buscar otras alternativas. El ecoturismo te permitirá disfrutar sin dañar el planeta.
Con información de Bioguia