La eterna duda existencial:
¿Rico o pobre? ¿Perteneces a la clase media o alta? En México la definición de las clases socioeconómicas enfrenta un enorme debate, sin embargo, los números permiten especificar la realidad que se enfrenta hoy en día.
De acuerdo con el informe de “Bajo presión: la reducción de la clase media” por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en gran parte de los países miembro el nivel económico de clase media se ha reducido de forma drástica, para los jóvenes es cada vez más difícil alcanzar ese nivel de bienestar económico.
El peso económico de la clase media representa un boom para la estabilidad de un país, al generar una medida apta de consumo y liquidez, esto logra activar los distintos sectores que generar dinamismo en la economía.
La OCDE reporta que el ingreso promedio muestra una tendencia de ‘estancamiento’, en una comparación a diez años el ingreso promedio aumentó tan solo el 0.3 por ciento. En cambio, el ingreso de la población más rica se ha elevado un 10 por ciento.
De la generación de los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) casi el 70 por ciento forma parte de clase media, en cambio de la generación de los millenials únicamente el 60 por ciento pertenece a ese nivel económico, el resto por debajo.
En específico, en México la clase media es de apenas un 45 por ciento, un nivel mucho menor que el 61 por ciento promedio de la OCDE.
En México no puede existir una cifra exacta de ingresos que marque el nivel socioeconómico al que perteneces. Sin embargo, existe una línea de bienestar a través de la correcta distribución de los ingresos en nuestra situación real.
Es importante saber que nuestro salario básico debe de alcanzar para una alimentación suficiente, vestido, transporte, hogar (no más del 30 por ciento para una renta o hipoteca), educación, ahorro e incluso el ocio. Si no te alcanza para esto te podrías considerar por debajo de la clase media.
La OCDE sugiere implementar estrategias que busquen apoyar a la clase media, mejorando el acceso a los servicios públicos de alta calidad, así como de protección social, incluyendo un sostén financiero para formar un patrimonio.
Añadió que es necesario reconfortar la inversión en el sistema de educación y ampliar la cobertura en los sistemas de seguridad social.
Frente al declive en las finanzas públicas del país, este organismo recomienda fomentar un mayor nivel de equidad para así evitar presiones fiscales desde las bases del fomento al empleo. También conseguir que los resultados de las contribuciones fiscales sean más progresivos y equitativos.
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Con información de Excélsior