Aunque todavía quedan personas que no han entendido la importancia de cuidar a los animales, lo cierto es que el grado de implicación de la gente es cada vez mayor y este vídeo así lo demuestra.
En él podemos ver a un león marino herido de gravedad buscando el soporte, cual náufrago, de un barco cercano. Tras tantear las intenciones de sus futuros rescatadores, el animal se decidió a subir a bordo como pudo y se quedó en cubierta esperando la ayuda de la contraparte humana de esta historia.
Los hechos tuvieron lugar cerca de la costa de Laguna Beach, en Orange County, California. Por lo visto el animal fue atacado durante su travesía y se encontraba en un claro estado de conmoción antes de ser atendido por la tripulación, que le puso el apodo de Amber.
Hugo Zusho, el improvisado cámara, y el resto de personas involucradas en el rescate se encontraban disfrutando de un placentero día de navegación cuando el león marino inició el acercamiento, cosa que sorprendió sobremanera a todos, ya que los otarinos no suelen confiar así como así en las personas.
Después de dudar sobre si ayudarlo o no, optaron por la alternativa solidaria y llevaron a Amber a un centro veterinario especializado, Pacific Marine Mammal Centre en Laguna Beach, donde fue tratado y rehabilitado.
BOCADOS QUE MATAN
Al principio puede verse como uno de los navegantes duda antes de auxiliar al pobre animal; no lo toméis como una falta de empatía, simplemente estaba siendo cauteloso.
Y es que la mordedura de un león marino puede ser muy dañina para un ser humano, debido a las bacterias que se encuentran en su boca, las cuales pueden provocar infecciones serias cuando logran incorporarse a nuestro organismo a través de una herida abierta.
De hecho, hace poco una chica canadiense fue mordida por una foca durante su visita al Acuario de Vancouver y tuvo que ser tratada de urgencia por riesgo de infección. El “dedo de foca”, como se conoce popularmente a la patología asociada a la mordedura de uno de estos animales, puede provocar dolores intensos y derivar en gangrena si el miembro infectado no se trata debidamente.
Si bien es cierto que nuestro protagonista es un león marino, la peligrosidad de sus mordiscos es exactamente la misma, algo que sabían perfectamente Zusho y el resto de la tripulación.
Sin embargo, en palabras del cámara, la criatura “parecía tan inofensiva y amigable como un perro callejero, y necesitaba ayuda desesperadamente”. Su situación de desamparo motivó, en este caso, la asunción de un riesgo razonable para ponerla a salvo.
Con información de Bioguia