A seis días de que se cumpla un año de la entrada del primer éxodo de centroamericanos a México, una nueva caravana integrada por personas de distintas nacionalidades caminan de Tapachula, Chiapas, al norte de México.
Alrededor de 2 mil personas originarias de Centroamérica, Cuba, Haití y África, partieron la madrugada de este sábado rumbo al norte de México.
La mayoría cuenta con la visa por razones humanitarias que recién entregó el Instituto Nacional de Migración (INM), con la condición de transitar únicamente por esta entidad.
El grupo integrado por niños, niñas, mujeres y hombres, se encuentra en el tramo carretero Tapachula-Huixtla y han pasado por dos retenes migratorios sin problemas, sin embargo se han percatado de la presencia de varias patrullas de la Policía Federal.
Caminan sin acompañamiento, con una mochila o recipiente donde cargan lo necesario, como agua y pan para que los más pequeños soporten el calor del sol. Al rededor de las 9:00 horas tomaron un descanso debajo de unos árboles, a unos kilómetros de Huehuetán, donde podrían pasar la noche para seguir la ruta la madrugada del domingo.
“Tapachula es una cárcel a cielo abierto”, sentencia Pablo, uno de los representante de la comunidad africana en Tapachula, donde la mayoría de migrantes han estado contenidos hasta por cuatro meses sin obtener solución sobre su estatus migratorio y sin poder avanzar.
Otro grupo de africanos se quedó en la explanada de la estación migratoria Siglo 21, sobre todo familias que temen por la seguridad de sus hijos, pues aseguran, han visto la actitud de las autoridades federales en los enfrentamientos y prefieren esperar lo que resuelva el INM.
Con información de El Heraldo de México