Aunque para muchos “el amor es para toda la vida”, la realidad es que una pareja atraviesa diferentes etapas y no, todas ellas las superan juntos. Hay quienes a pesar de las crisis logran reinventarse y crecer acompañándose; y otras cuyos caminos se separan en algún momento de su vida.
Las rupturas tampoco son todas iguales. Hay algunas donde ambas personas aún se aman pero eligen separarse por otros motivos que exceden a ese amor en común. Pero, en muchos otros casos, las vínculos directamente se cortan cuando uno o ambos cae en el desenamoramiento.
Es cierto que el enamoramiento como esa etapa idílica del amor en la que vemos al otro sin hacer foco en sus limitaciones, no dura en el tiempo. Pero, más allá de esta fase puntual de cualquier relación también sucede que las parejas se separan porque alguno de los dos siente que ya no ama (al menos de la misma manera que antes) al otro. Y no hay psicoanálisis de pareja que pueda trabajar en esa falta de amor.
CÓMO DETECTAR EL DESENAMORAMIENTO:
- Problemas sexuales o falta de deseo sexual.
- Abundancia de discusiones.
- Apatía.
- Indiferencia.
- Frialdad, falta de demostraciones de afecto.
- Falta de comunicación.
- Valoraciones negativas.
- Reproches constantes.
- Intolerancia.
- Evadir compartir tiempo con el otro.
- Infidelidad (en algunos casos).
Cuando el lazo sentimental que une a dos personas se rompe se produce esta fase de de desenamoramiento que, en la mayor parte de las veces, puede desencadenar en una ruptura.
Claro que los síntomas que mencionamos antes deberían ser reiterados en el tiempo; ya que es lógico que al compartir la vida con otro no todo sea color de rosas y algunas de estas cosas aparezcan sin que pongan en crisis a la pareja.
Al fin de cuentas, entre ambos hay un mundo que solo estando dentro es posible comprender.
Con información de Bioguia