Vestida con pantalón y blusa beige, tenis blancos y un collar que le caía hasta el pecho Rosario Robles se presentó en la audiencia de este martes maquillada, con el gesto relajado, y un discurso escrito de su puño y letra en un par de hojas, en el que defendió su inocencia de los cargos que le imputan por ejercicio indebido de la función pública por el caso de La Estafa Maestra.
“Su señoría. Soy Rosario Robles Berlanga. Inocente”, dijo con tono firme de voz al presentarse a las nueve de la mañana ante el magistrado Ricardo Paredes Calderón, quien en los próximos tres días hábiles decidirá si le mantiene la prisión preventiva que le dictó el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna el pasado 13 de agosto, por considerar que había riesgo de fuga de la exfuncionaria. O si Robles puede seguir el proceso en libertad.
En su turno de alegatos, al final de la audiencia que duró una hora y cinco minutos, la exfuncionaria, que lució el mismo corte de pelo de la primera comparecencia de agosto -corto del lado derecho y un largo mechón de pelo pintado de negro cayéndole por la mejilla izquierda hasta casi llegarle al hombro-, se colocó unos lentes sobre la nariz y leyó un manuscrito en el que denunció que es víctima de un “daño irreparable” tras su ingreso en la prisión de Santa Martha Acatitla por decisión del juez Padierna.
“El daño hecho a mi persona es muy grave. La gente relaciona la prisión preventiva justificada como una pena (condenatoria), sobre todo tratándose de una servidora pública”, planteó Robles.
“Siempre he acatado la ley -subrayó a continuación con dedo índice en alto y dejando un breve espacio de tiempo en silencio-. Nunca he sido procesada por ningún delito. Incluso, en mi intervención le dije al juez (Delgadillo Padierna) que la vinculación a proceso yo la veía como una oportunidad para que quedara confirmada mi inocencia. Todo el tiempo he señalado que soy la más interesada en ello”.
Acompañada, como en las audiencias pasadas, por su hija Mariana Moguel y por sus cuatro hermanos, Magdalena, Cristina, Francisco y Marta, la exfuncionaria federal alegó que no mintió sobre su domicilio, uno de los argumentos que el juez Delgadillo Padierna tomó en cuenta para dictarle prisión preventiva como medida cautelar.
Por lo que la exsecretaria de estado dijo que en su caso no hay riesgo de fuga, ni de obstaculizar la investigación de la Fiscalía General de la República sobre los presuntos desvíos millonarios en Sedesol y Sedatu durante su gestión, como parte del caso La Estafa Maestra.
“Fui notificada (por la Fiscalía) en mi domicilio de hace 24 años”, recalcó.
“Y me presenté voluntariamente al citatorio del 8 de agosto, a pesar de encontrarme fuera del país. No hubo de mi parte ningún intento de no hacerlo (…). Asimismo, asistí a la segunda parte de la audiencia a sabiendas de que el juez, a pesar de la contundencia de nuestras pruebas, me vincularía a proceso”.
“Siempre he vivido de mi trabajo”
Con información de Animal Político