En 1894, durante el porfiriato, Eusebio Gayosso patentó las esquelas, un sistema para enlutar cartas de avisos de defunción. La cédula que avala esta patente se encuentra colgada en la oficina de el director general de la empresa funeraria Gayosso en la calle Sullivan de la colonia San Rafael de la Ciudad de México.
Pero la historia inicial es otra: según la arquitecta e investigadora Ethel Herrera Moreno, en 1835, William Benfield, un adinerado inglés trajo a la Ciudad de México, por recomendaciones de sus doctores, a su esposa enferma de tuberculosis para que mejora. Y así fue. Después tuvieron una hija que enfermó y murió de cólera morbus. Ante la imposibilidad de enterrarla en el atrio de la iglesia católica, como era costumbre, y ya que ellos eran anglicanos, tuvo que sepultarla en la playa. Ante ello prometió dos cosas: formaría un panteón y sus hijos serían educados en la iglesia católica.
Años más tarde, su hijo Juan Manuel, fundó la Sociedad Benfield, Brecker y Compañía con la cual en 1874 obtuvo la licencia para construir un panteón dentro de la cual se estipuló que hubiera un lugar para enterrar a los mexicanos distinguidos, lo que dio el origen a la Rotonda de los Hombres Ilustres (Hoy personas ilustres).
Toma el nombre del Panteón de Dolores porque según versiones, la primera dueña o persona enterrada, fue Dolores Mugarreta Gayosso suegra de Juan Manuel Benfield marido de Concepción Gayosso Mugarreta y hermano de Eusebio.
Eusebio Gayosso es quién funda una de las más grandes empresas funerarias en México que existen hoy día.
Este es el Panteón Dolores en el Día de Muertos, origen de esta historia:
Con infomación de Forbes