El secretario de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, renunció ayer a su cargo tras desvelarse el martes que ocultó al país un bombardeo militar contra disidentes de las FARC en el que murieron al menos ocho menores.
La revelación llegó durante un debate en el Senado por una moción de censura presentada en su contra por lo que la oposición consideraba errores en su política de seguridad y defensa.
Así, el senador Roy Barreras, del partido de la U que fue sustento fundamental del expresidente Juan Manuel Santos, develó que en un bombardeo a comienzos de septiembre pasado contra un campamento de disidentes en el departamento del Caquetá, fallecieron siete menores de edad, entre ellos una niña de doce años. Pero la Fiscalía elevó este miércoles a ocho la cifra.
Barreras denunció además que el gobierno ocultó estas muertes, por lo que se podría tratar de un nuevo caso de los llamados falsos positivos, casos en Colombia en que el ejército asesina a civiles para presentarlos como bajas de guerrilleros en combate para satisfacer a sus superiores.
Sin embargo en la carta de renuncia que dirigió al presidente Iván Duque, Botero no mencionó el bombardeo, y se limitó a exponer que “el enemigo de Colombia es el narcotráfico”.
Con información de Crónica