La agencia Moody’s Investors Service indicó que si bien el uso de las tecnologías digitales podría ser un factor para que los países mejoren sus perfiles crediticios, también podría tener consecuencias sociales y políticas no deseadas, y los ciberataques generarían conflictos geopolíticos.
En un documento, explicó que pese a los beneficios de la tecnología, la automatización generalizada puede reducir la seguridad laboral y aumentar la desigualdad, ya que reduce el trabajo poco calificado. Así, añadió la agencia, las percepciones de desigualdad pueden ser suficientes para aumentar las demandas sociales o generar tensiones sociales, lo que podría aumentar las presiones de gasto que enfrentan los gobiernos o tener consecuencias políticas, por ejemplo, al fomentar sentimientos populistas.
A esto se suma, agregó, que el mal uso de los datos resulta en desafíos éticos y de privacidad, por lo que también podría generar fricciones socioeconómicas, mientras que los ataques cibernéticos podrían convertirse en representantes del conflicto geopolítico.
Tecnologías, a favor del perfil crediticio Del lado positivo, detalló la calificadora, la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización ofrecen a los gobiernos soberanos una serie de vías para fortalecer su postura económica y fiscal. Esto porque la digitalización puede fortalecer las capacidades institucionales y fiscales, ya que las tecnologías pueden mejorar la eficacia y la transparencia del gobierno y mejorar la calidad de la prestación de servicios públicos, lo que resulta en una mejor gobernanza.
Además, abundó Moody’s, la digitalización también puede tener un impacto directo en la evaluación de la fortaleza fiscal al aumentar las fuentes de ingresos, el cumplimiento y generar eficiencias de gasto; sin embargo, ésta requerirá una inversión inicial sustancial para los gobiernos.
Así, agregó, las tecnologías digitales pueden mejorar la fortaleza económica de quienes están en mejores condiciones para adoptarlas y adaptarse a ellas, pero las barreras de adopción y los costos de transición explican por qué los efectos positivos para el crédito de las tecnologías digitales no se realizan de manera uniforme o rápida en todos los países.
En este sentido, abundó Moody’s Investors Service, es probable que los beneficios de las tecnologías se distribuyan de manera desigual, debido a las diferencias en los entornos propicios para la innovación, las reservas fiscales y la riqueza; además, su adopción puede causar una interrupción sustancial de tal manera que las mejoras crediticias netas solo pueden ser evidentes después de un tiempo significativo.
No obstante, añadió, con el tiempo, la automatización debería permitir a las empresas optimizar las operaciones y procesos de producción, y esto podría ayudar a aumentar el crecimiento de la productividad y la riqueza. Asimismo, la inteligencia artificial puede ayudar a abordar los desafíos estructurales relacionados con el suministro de mano de obra, uso de energía y los riesgos ambientales; además, la adopción de tecnología también puede aumentar la demanda de nuevos productos y servicios, estimular la innovación y crear nuevas industrias y empleos.
Con información de Milenio