Tener 13 victorias en 15 partidos disputados (un empate y una derrota) permiten sonreír hasta en una tierra que suele ser hostil en todo, incluso la cancha, porque la del estadio Rommel Fernández no está en buenas condiciones.
Gerardo Martino disfruta cada segundo como entrenador de la Selección Mexicana. Lo demuestra en la llegada del equipo a cualquier sede… Y Panamá no es la excepción, pese a que sea la última escala de su primer año como entrenador nacional.
Menos de 10 aficionados los reciben en su hotel de concentración en la cosmopolita Panamá. Esta vez no hay desaires. Parecen esmerarse en saludar para evitar críticas.
Raúl Jiménez y Guillermo Ochoa son los más honestos y se detienen a posar para la selfie y obsequiar rúbricas, no con un simple ademán. Son los más vitoreados, al igual que Edson Álvarez y Rodolfo Pizarro, quienes completan el póquer de elementos mexicanos populares en el sur de Centroamérica.
Esta es la última visita del Tricolor en 2019 para un duelo que luce de trámite, más allá de que los canaleros tendrían cierta oportunidad en la Nations League de la Concacaf si ganan este viernes por la noche. Pero ni eso borra la sonrisa del “Tata”, quien disfruta su presente tricolor.
Con información de El Imparcial