La cifra de muertos por los enfrentamientos que comenzaron el viernes en el departamento de Cochabamba ascendió ayer a nueve, informó el representante de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox. Fuerzas policiales seguían enfrascadas ayer en enfrentamientos contra cocaleros simpatizantes del derrocado presidente Evo Morales en la ciudad de Sacaba.
Un decreto firmado por la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, exime a las Fuerzas Armadas del país de responsabilidad penal en caso de que actúen en legítima defensa o estado de necesidad.
Morales, quien se vio obligado a renunciar el domingo luego que el ejército y la policía le exigieron dimitir, señaló que el decreto es una carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificó de grave el decreto e indicó que desconoce los estándares internacionales de derechos humanos y por su estilo estimula la represión violenta.
Las protestas, que estallaron al día siguiente de los comicios del 20 de octubre, en los que Morales fue relecto, dejan hasta el momento un saldo de 23 muertos y más de 700 heridos, sólo el viernes hubo 122 lesionados, señaló la CIDH.
Hubo uso desproporcionado de la fuerza que se debe investigar, declaró a medios Nelson Cox.
La represión se produjo luego de que cientos de campesinos intentaron traspasar un cordón dispuesto en el puente Huayllani, en la región de Sacaba, a lo que los militares respondieron disparando gases lacrimógenos.
Cinco cocaleros murieron el viernes en el Hospital México y las otras cuatro víctimas perdieron la vida en el Hospital Viedma entre la noche del viernes y la madrugada de ayer.
Se han efectuado las autopsias de nueve hermanos que han fallecido. Han muerto producto de armas de fuego, informó Cox a última hora de la noche, citado por el diario boliviano Los Tiempos.
El ministro de Gobierno de facto, Arturo Murillo, aseveró que los disparos que mataron a nueve personas en Sacaba salieron de entre los manifestantes, al asegurar que policías y militares no tenían órdenes de disparar.
Tengo videos que prefiero no mostrar para no impactar y muchos de los muertos que tenemos confirmados tiene tiros en la nuca, ¿cómo pudieron recibir un tiro ahí?, ¿el compañero de atrás le disparó? Acá hay una mente macabra que está detrás y todos sabemos quién es, dijo Murillo.
Murillo aseguró que hay grupos sediciosos atizando la protesta con participación de extranjeros.
El gobierno de facto lamentó las muertes y convocó a una mesa de diálogo que se instaló en Cochabamba, con la llegada del ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.
Justiniano señaló que para acabar con la violencia se debe involucrar al país completo y exhortó a que los bolivianos: depongamos esa actitud (de confrontación) y que, por el contrario, busquemos cosas que nos unen.
La presidenta del Senado, Eva Copa, del partido Movimiento al Socialismo señaló: Estamos pasando momentos difíciles, pedimos a los movimientos sociales y otras organizaciones que depongan posiciones. No podemos vivir de luto.
El comandante de la Policía de Cochabamba, Jaime Zurita, indicó que se incautó a los manifestantes armas de fuego, bazucas artesanales y explosivos. Hemos negociado hasta más no poder y entonces cuando las cosas pretenden salirse de control, entonces la Policía tiene que tomar el mando y restablecer el orden público, señaló Zurita.
La policía mostró en rueda de prensa las armas de fuego y las armas caseras incautadas supuestamente a los cocaleros. El conflicto inició por un disparo que se aprecia desde el sector posterior de la marcha. Hemos recibido imágenes en las que se ve a los manifestantes con armas de fuego y escudos que se constituirán en pruebas para la investigación, explicó un portavoz policial. Una tanqueta militar presente recibió once disparos.
La Alta Comisionada de la Organización para Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció el uso innecesario o desproporcionado de la fuerza contra manifestantes de las fuerzas de seguridad en Bolivia.
Mientras las primeras muertes se produjeron como resultado de enfrentamientos violentos entre manifestantes rivales, las más recientes parecen derivar del uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por personal policial o militar, apuntó.
Bachelet condenó estas muertes y advirtió que implican un peligro extremo, puesto que lejos de apaciguar la violencia es posible que la empeoren. Realmente me preocupa que la situación en Bolivia pueda salirse de control si las autoridades no la manejan cuidadosamente, de acuerdo con las normas y estándares internacionales que rigen el uso de la fuerza, y con un respeto pleno por los derechos humanos, añadió.
Bolivia es un país dividido por la indignación que existe en los distintos sectores del espectro político. En una situación como esta, las acciones represivas de las autoridades simplemente avivarán más esa ira, y pueden poner en peligro cualquier camino de diálogo posible.
Expresó gran inquietud no sólo por los muertos y cientos de heridos, sino porque se han registrado numerosas detenciones: más de 600 desde el 21 de octubre, muchas de ellas durante los últimos días.
La comisionada pidió a las autoridades revelar el número de personas arrestadas, heridas y fallecidas durante las movilizaciones e insistió en la necesidad de investigar con celeridad, imparcialidad y transparencia los hechos para que haya rendición de cuentas de los responsables.
Además, pidió a las autoridades que se abstengan de emplear a las fuerzas militares en operaciones de orden público.
El Parlamento debatirá el martes 19 una convocatoria para elecciones generales, anunciaron la presidenta del Senado, Eva Copa, y su par de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, mientras un enviado de la ONU inició una mediación entre el gobierno de facto y las fuerzas leales al depuesto presidente Evo Morales.
En esta jornada los partidarios de Morales continuaron con el bloqueó de las principales autopistas, el corte de oleoductos y realizando protestas en las calles de La Paz, El Alto y en regiones cocaleras.
La Paz mostró ayer signos de tranquilidad, pero los bloqueos provocan pánico en las calles, y muchos se apresuraron a acumular víveres a medida que los suministros se terminan y los precios suben.
Un vuelo con un primer contingente de 226 médicos cubanos partió rumbo a su país, informó una fuente de Interpol. Cuba decidió retirar el viernes una brigada médica de 725 profesionales y demandó la liberación inmediata de seis especialistas detenidos en días recientes en el país.
Al referirse a la crisis en el país andino, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo que ante la falta de confianza en la vía electoral los pueblos se sentirán con todo el derecho, la obligación, de tomar las armas para tomar el poder por la vía revolucionaria.
Con información de La Jornada