La exposición La invención de la memoria. Fotografía y arqueología en México, que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Arte & Cultura de Grupo Salinas, inauguran este 21 de noviembre en el Museo Nacional de Antropología (MNA), presenta justamente un recorrido por más de 150 años del desarrollo paralelo de ambas disciplinas, o bien, de una misma vertiente: la fotografía arqueológica.
Así lo comentaron el titular del MNA, Antonio Saborit; el director general de Arte & Cultura de Grupo Salinas, Sergio Vela; y el curador de la instalación, Mauricio Maillé, quienes en conferencia de prensa ofrecieron detalles de este montaje, el cual llega al recinto capitalino luego de su paso por el Museo de Arte e Historia de Guanajuato.
En esta ocasión, apuntaron, la muestra se replantea y enriquece, a la par que hace uso de nuevas tecnologías para acercar a los visitantes a momentos y condiciones como las que atravesaba el explorador francés Désiré Charnay (1828 – 1915), al recorrer numerosas urbes de la zona maya, equipado con dos toneladas de equipo fotográfico y auténticos ‘trenes’ de ayudantes y colaboradores.
Se exhiben 225 piezas, entre fotografías originales y reproducciones, además de grabados y libros de época. La mayor parte de los objetos pertenecen a la colección de Ricardo Salinas Pliego, en tanto que 82 imágenes, comentó Sergio Vela, fueron gestionadas por el MNA en acervos como la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y el Sistema Nacional de Fototecas, entre otros.
“Esta exposición es una prueba de la colaboración, deseable y fructífera, que ha existido entre el museo más relevante de nuestro país, emblemático de la cultura mexicana, y la organización que presido”, apuntó.
En su intervención, el curador de la instalación temporal, Mauricio Maillé, señaló el aspecto inédito que la muestra tiene, al reunir en un mismo espacio y concepto, imágenes de exploradores del siglo XIX como Teoberto Maler (1842 – 1917), Alfred Maudslay (1850 -1931) y Francisco Río de la Loza (1856 – 1901), junto con instantáneas capturadas en la centuria pasada por artistas visuales como Juan Rulfo (1917 – 1983), Nacho López (1923 – 1986), y obras contemporáneas de Gerardo Suter (1957) y Tomás Casademunt (1967).
Si bien, ahondó, en el pasado se han organizado instalaciones individuales sobre Charnay o Maler, por ejemplo, “esta es la primera ocasión en que se elabora una instalación acerca de la fotografía arqueológica” entendida como un conjunto.
La exposición, explicó, se divide en cinco módulos temáticos: el primero, “Maleza entre ruinas”, lleva al público a las comentadas incursiones que ingleses, franceses y alemanes, entre otros, emprendieron durante el siglo XIX en ciudades prehispánicas como Palenque, Teotihuacan o Mitla, para documentar estructuras y piezas históricas, en comisiones a menudo financiadas por museos, universidades y particulares que también usaron dichas excursiones para llevar, no pocas, piezas arqueológicas a sus galerías públicas y privadas.
En el segundo módulo, “Develando el pasado”, se aborda la continua profesionalización que, con el paso de las décadas y los avances en técnicas y tecnologías, registraron en paralelo fotógrafos y arqueólogos.
“Musa precolombina” hace referencia a cómo los artistas de la lente generaron inquietudes estéticas nunca vistas, inspirados por sitios de la antigüedad. “El lugar arqueológico se convirtió en el modelo perfecto para poner en práctica distintas nociones de composición”, comentó Maillé.
En el cuarto módulo, “Cuestión de escala”, se observa la manera en la que muchos fotógrafos hicieron partícipes a sus ayudantes indígenas, o a los habitantes de los pueblos que visitaban, al colocarlos frente o junto a las estructuras, buscando una escala que, por un lado, requerían mostrar como científicos y, por otro, buscaban como un reconocimiento de aquellos hombres como descendientes de la grandeza prehispánica.
El recorrido termina con el módulo “Del objeto sagrado a la obra de arte”, el cual plasma cómo los objetos comenzaron a ocupar espacios en instituciones museísticas; se muestra, por ejemplo, el Salón de Monolitos del antiguo Museo Nacional, que durante el Porfiriato alojó a la Piedra del Sol mexica como una insignia de celebración nacional.
Cabe destacar que, a lo largo de la instalación, los visitantes podrán encontrar en algunas fotografías y cédulas, la leyenda “Realidad aumentada”, la cual permitirá, a través de la aplicación para smartphones “La invención de la memoria” —disponible en Android y en breve en iOS— ver cómo lucen actualmente edificios o zonas arqueológicas fotografiados hace 100 o 150 años.
La exposición La invención de la memoria. Fotografía y arqueología en México podrá visitarse en la Sala A1 del Museo Nacional de Antropología (av. Paseo de la Reforma y Calzada Gandhi s/n), del 21 de noviembre al 8 de marzo de 2020.