Las bandas rojas con la leyenda “J.C. Chávez” aparecieron en el Auditorio Muncipal de Tijuana, la razón no podía ser otra, Julio César Chávez regresó al ring.
Aunque solo fueran para tres rounds de exhibición ante Jorge “Travieso” Arce, el Inmueble lució a su máxima capacidad de 5 mil espectadores y hasta un poco más.
Hubo aficionados que prefirieron quedarse de pie, otros entre las escaleras, incluso, los guardias detuvieron el acceso por unos minutos para poder asegurar el orden.
A las 21:30 horas aproximadamente, hubo un altercado en las gradas, un aficionado golpeó a otro y lo hizo resbalar por las escaleras.
La previa de la pelea de exhibición fue la entrega de las “Llaves de la Ciudad” a Érik “Terrible” Morales por parte del presidente municipal Arturo González Cruz y Chávez fue reconocido como “huésped distinguido” de Tijuana.
La entrada del César del Boxeo estuvo amenizada entre un estruendo de gritos y la entonación de la canción “México lindo y querido” por parte de Luis Antonio “Mimoso” López exvocalista de la Banda El Recodo.
Al sonar la campana, los púgiles fueron a encontrarse en el centro del ring, Chávez desató los aplausos con sus movimientos de cintura para quitarse los volados de encima.
“Travieso” atacó el torso de Chávez y también le tiró directo a la careta protectora en el segundo asalto.
El tercero fue el más entretenido, salieron a fajarse de principio hasta que quisieron, porque no hicieron caso a la campana, hasta el referí se llevó cuatro golpes fácilmente.
Terminaron aclamados por los presentes, con porras cargadas hacia Chávez. No hubo ganandor al tratarse de una pelea de exhibición.
Todavía hubo una sorpresa: Julio César retó a Érik Morales a una pelea de exhibición de tres rounds y por una buena causa de por medio.
Chávez dijo entre risas y con su colorido vocabulario que el boxeador tijuanense “es muy malo”.
“Terrible” no dudó en aceptar y bromeó con que ya estaban del mismo peso.
Chávez se volvió a poner los guantes en el Auditorio por una razón mayúscula. El hijo del ex boxeador José Luis Castillo, de nombre Christian, sufrió un derrame cerebral en julio y el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos se ofreció para ayudar a recaudar fondos.
En el ringside estuvo su mamá, Isabel, miembros de su familia y amigos. El promotor de ZanFer, Fernando Beltrán, así como invitados de Jorge Arce.
“Travieso” también prendió a la afición, cuando el carismático pugilista arribó al Auditorio, el bullicio desconcentró a más de uno de la pelea que estaba en curso. Jorge Arce estuvo acompañado por el equipo de grabación de la serie sobre su vida.
Las peleas preliminares fueron de carácter profesional y estuvieron protagonizadas por los talentos de la promotora Fábrica de Campeones
Con información de El Imparcial / Heriberto Muñoz