Las lamidas de perro normalmente son inofensivas, pero en algunas ocasiones pueden ser letales. Tal es el caso de un hombre de 63 años en Alemania, quien ingresó al hospital por síntomas similares a los de la gripe, pero 16 días después murió de un shock séptico grave causado por la saliva de su mascota.
El caso, llevado en la revista European Journal of Case Reports in Internal Medicine, señala que el hombre también presentaba otos síntomas graves: erupción en el rostro, dolor nervioso y muscular en las piernas, falla renal, disfunción hepática, hipoxia, falta de flojo sanguíneo en los músculos, además de sangrado subcutáneo en las piernas.
En un inicio, los médicos no sabían qué causaba todos estos síntomas. Lo más parecido era meningitis, pero fue descartada porque no había viajado a ningún lugar donde se pudiera haber contagiado de esa infección. Al poco tiempo de estar hospitalizado, la condición del hombre empeoró y sufrió un infarto. Después, el paciente fue intubado y puesto en un respirador. Finalmente, los doctores lograron diagnosticarlo con la bacteria Capnocytophaga canimorsus, proveniente de la saliva de los perros y gatos que en muy raras ocasiones puede causar una infección mortal en los humanos.
La bacteria Capnocytophaga canimorsus, que se puede propagar con mordidas o lamidas, está presente en el 74 por ciento de los perros y 57 por ciento de los gatos, por lo que los médicos instan acudir a un centro de salud en caso de cualquier mordida. Sin embargo, este hombre no había sido mordido por su perro ni estaba inmunodeficiente, simplemente fue lamido en la cara por su mascota, lo suficiente para contagiarlo.
Con el paso de los días, los síntomas del paciente comenzaron a empeorar, sus órganos fallaron y contrajo neumonía. Los doctores informaron que murió 16 días después y pidieron que cuando el dueño de una mascota presente señales de gripe que excedan los de una simple infección viral, deben acudir al médico, a quien deberán señalar que estuvieron en contacto con perros y gatos.
La bacteria Capnocytophaga canimorsus, en la mayor parte de los casos, no es peligrosa para los humanos. Sin embargo, aquellas personas con el sistema inmune comprometido —especialmente ancianos, alcohólicos y a quienes se les haya extirpado el bazo— tienen mayor probabilidad de contraer la infección. Los síntomas suelen aparecer hasta dos semanas después de contagiarse y se presentan con ampollas alrededor de la heridas de mordedura, enrojecimiento, hinchazón, pus, dolor, fiebre, diarrea, vómito, dolor de cabeza y muscular.
Con información de Milenio