El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que salió s en libertad hace varias semanas tras pasar 580 días en prisión, vuelve a estar este miércoles en el centro de la noticia en Brasil.
Esta vez, el Tribunal Regional de la Cuarta Región de Porto Alegre, responsable en segunda instancia de los casos de la operación anticorrupción Lava Jato, juzga la apelación a la condena de 12 años y 11 meses de prisión contra Lula por corrupción y lavado de dinero en la reforma de una casa en Atibaia, Sao Paulo, en el marco de la operación Lava Jato.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) se declara inocente de los cargos imputados y su defensa pide la anulación de una sentencia del pasado mes de febrero, basada “en narrativas acusatorias a las que hacen referencia solo delatores generosamente beneficiados”, y su absolución.
“No hay ninguna prueba, nada que pueda demostrar que Lula, en el ejercicio de su cargo, haya pedido o recibido cualquier privilegio cuando era presidente del país”, argumentó este miércoles, al inicio del juicio, el abogado del líder de la izquierda brasileña, Cristiano Zanín.
Varios empresarios fueron denunciados en el mismo caso, entre ellos, Marcelo Odebrecht, expresidente de Odebrecht, que tiene su condena suspendida por el acuerdo de delación premiada.
Por su parte, el Misterio Público es partidario de aumentar la condena, pues considera que el exmandatario se benefició de manera ilegal de obras millonarias en la vivienda, dentro de un esquema de corrupción en el que estaban envueltas varias constructoras –Odebrecht, OAS y Schahin– a cambio de contratos con la estatal Petrobras.
“¿Qué tenemos aquí? Obras pagadas por personas que se beneficiaron del expresidente Lula sin ningún intento de pagarlas”, expresó durante la sesión el fiscal Mauricio Gotardo Gerum.
En el mismo juicio, los jueces decidirán si Lula tiene derecho a beneficiarse de una decisión del STF que anuló hace varios meses las condenas de dos exgerentes de Petrobras, por considerar que no tuvieron derecho a la legítima defensa al no haber podido presentar sus alegatos finales después de los acusadores.
El tribunal podría acceder al pedido de la defensa de Lula y anular la condena, por lo que regresaría a primera instancia, pero también el expresidente podría ser absuelto o condenado a una pena reducida, mantenida o aumentada.
Tres jueces se encargarán de tomar la decisión. De ser condenado, Lula pasaría a tener dos condenas en segunda instancia por la Lava Jato. La primera en el caso del apartamento triplex, por la que estuvo preso 1 año y siete meses. El 10 de noviembre, el antiguo líder sindical salió de la cárcel después de que STF juzgase inconstitucional la prisión en segunda instancia antes de que se agoten todos los recursos, como era el caso de Lula.
Por lo tanto, siguiendo esta decisión, en el caso de que fuese condenado en segunda instancia, el expresidente no volvería a la cárcel. Una eventual prisión solo ocurriría si no tuviese más recursos.
Además de estas dos condenas, que le han dejado sus derechos políticos suspendidos, Lula tiene por lo menos otros seis procesos abiertos ante la Justicia. El expresidente se declara inocente de todos y alega que son parte de una conspiración para evitar su regreso al poder.
Con información de Actualidad