Ricardo Teixeira, el ex presidente de la Federación Brasileña de Fútbol (CBF), ha sido inhabilitado de por vida por su implicación en el escándalo de corrupción conocido como FIFA Gate, según informó la Federación Internacional de Fútbol Asociación este viernes. Teixeira, además, ha sido multado por el organismo con 996.000 dólares.
Teixeira, de 72 años, fue declarado culpable por haberse dejado sobornar a cambio de otorgar contratos de derechos de televisión y de marketing en torneos de la Federación Brasileña de Fútbol, de la Confederación Sudamericana (Conmebol) y de la Confederación de América del Norte, Central y el Caribe (Concacaf), entre 2006 y 2012, de acuerdo con la propia FIFA. Pese a eso, el brasileño nunca ha sido condenado por la justicia estadounidense porque no fue extraditado.
Ricardo Teixeira fue presidente del fútbol brasileño entre 1989 y 2012. Su sucesor en el cargo, José María Marín, fue arrestado en 2015 en Zúrich y condenado a cuatro años de prisión por la justicia de Estados Unidos por su implicación en el FIFA Gate.
En el marco del FIFA Gate, solo dos antiguos responsables del fútbol sudamericano comparecieron en Estados Unidos en un proceso que mostró los millones de dólares en sobornos pagados por las sociedades de marketing deportivo a dirigentes a cambio de los derechos en las retransmisiones televisivas y promoción de los torneos continentales, entre ellos la Copa América y la Copa Libertadores. Además de José María Marín, Juan Ángel Napout, antiguo presidente de la Federación Paraguaya de Fútbol y expresidente de la Conmebol, fue sentenciado a nueve años de prisión, la mayor pena dictada por la justicia estadounidense contra un dirigente del fútbol sudamericano en el caso. Marco Polo Del Nero, sucesor de Marín, también fue suspendido de por vida por este vasto escándalo.
Los cimientos de la FIFA temblaron cuando en mayo de 2015 fueron detenidos siete altos directivos del fútbol en un hotel de lujo de Zúrich, a pedido de las autoridades estadounidenses, en vísperas de un congreso electivo en el que fue reelegido Joseph Blatter, que sin embargo se vio forzado unos días más tarde a anunciar que iba a abandonar la presidencia unos meses después. Fue el comienzo del FIFA Gate.
Antes de este escándalo, Teixeira, aliado de Blatter, suspendido también por la FIFA, había obtenido la organización del Mundial 2014 en Brasil, siendo uno de los principales implicados en el caso ISL. Propietario de los derechos exclusivos de la Copa del Mundo, ISL se declaró en quiebra en 2001. Según los documentos judiciales publicados en 2012, la compañía había pagado sobornos al predecesor de Blatter en la FIFA, João Havelange, quien también fue yerno de Ricardo Teixeira.
En total Havelange y Teixeira recibieron más de 40 millones de francos suizos (37 millones de euros, unos 40 millones de dólares) en sobornos de la parte de ISL entre 1992 y 2000. Estas sumas eran presentadas como comisiones, en la época en la que las comisiones privadas no eran consideradas como corrupción en Suiza.
Con información de El País