La Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, invita a la pastorela “El Diablo con botas”, con el grupo de teatro del Proyecto Cultural San Luis, bajo la dirección de Verónica Saucedo Ibarra, y la presentación del Coro Voces de San Luis que interpretará villancicos el jueves 5 de diciembre a las 18:00 horas en la Casa de Cultura del Barrio de San Sebastián. Entrada libre.
La pastorela El Diablo con botas, escrita por Rubén González Garza, y dirigida por Verónica Saucedo Ibarra, en 1998 ganó el concurso del II Certamen de Pastorelas, Norteñas, Regionales o Mexicanas.
Esta es una pastorela divertida que narra las aventuras que tiene la pareja de María y José con la serie de locuras con las que el Diablo, a toda costa, trata de que el matrimonio termine antes del alumbramiento del Niño Jesús.
A la presentación de esta pastorela se ha unido el Coro de Voces de San Luis mismo que interpretará villancicos.
Las pastorelas son una tierna e ingenua representación escénica, que mezclan personajes divinos y humanos en un marco festivo y alegre, que refiere acontecimientos previos al nacimiento del Niño Jesús. Se trata de despertar en el espectador los más nobles sentimientos de amor, dando una moraleja y un mensaje de tipo religioso donde se exalta la fe cristiana.
El origen de Las Pastorelas se remonta al teatro europeo de la época Medieval, etapa en la que se les conocía con el nombre de Autos Sacramentales, las cuales tenían como fundamento diversos pasajes bíblicos.
No es muy claro si fueron los franciscanos o los jesuitas quienes introdujeron en México las pastorelas que sirvieron de instrumento de evangelización en el siglo XVI, pero quien primero las promovió fue fray Juan de Zumárraga cuando en 1530 ordenó la escenificación de la Natividad Gozosa de Nuestro Salvador, o sea, del nacimiento de Jesucristo.
En 1550, se representó por primera vez la Adoración de los Reyes Magos, escrita en náhuatl por fray Andrés de Olmos, en las capillas abiertas de los conventos que sirvieron de escenario.
En México, al principio, el pueblo acogió como parte de su cultura y costumbres a las pastorelas evangelizadoras. Las pastorelas tomaron con el tiempo un carácter menos sacro y más mundano, dejaron de ser un género de culto y se llenaron de humorismo involuntario y hasta picaresco; hoy en día existen versiones en las que se incorporan costumbres y prácticas de cada región, nuevos personajes y hasta sátiras políticas y sociales.
Fue hasta el siglo XIX en que surgió en México la primera pastorela que fue interpretada por actores profesionales, escrita en español, en verso por el pensador José Joaquín Fernández de Lizardi, bajo el título La Noche más Venturosa. Esta se volvió todo un clásico y muchas otras pastorelas se basan en su estructura.