Una imputación fue divulgada n un tribunal federal en Brooklyn (Nueva York) contra Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública en México de 2006 a 2012, con tres cargos de conspiración para tráfico de cocaína y uno de falso testimonio”, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
El anuncio fue difundido por la cancillería mexicana a la prensa extranjera acreditada.
El Gobierno de EEUU buscará el traslado de García Luna, que fue funcionario del Gobierno de Felipe Calderón, al Distrito Este de Nueva York, para que enfrente esos cargos, anunciados por el fiscal Richard Donoghue.
“García Luna está acusado de aceptar millones de dólares en sobornos del cartel de Sinaloa de Guzmán, ‘El Chapo’, mientras controlaba la Policía Federal de México y era responsable de garantizar la seguridad pública”, dijo Donoghue en una declaración.
El documento con la acusación criminal número CR 19-576 detalla que tres de estos cargos están relacionados directamente con una operación criminal organizada, sistemática y trasnacional, perpetrada desde 2001 hasta la fecha, que permitió la introducción de sustancias prohibidas a territorio estadounidense, principalmente cocaína. Se estima que serían por lo menos cinco kilogramos de dicha droga.
Por este señalamiento (que deberá ser probado en un juicio) el fiscal Richard Donoghue acusa al exfuncionario mexicano de tres delitos:
1) Conspiración Internacional para distribuir internacionalmente cocaína; 2) Conspiración para distribuir y poseer premeditadamente cocaína, y 3) Conspiración para importar cocaína.
“El acusado Genaro García Luna, junto con otras personas, conspiró y actuó intencionalmente para distribuir las sustancias prohibidas” indica la acusación.
El cuarto delito que el fiscal imputa al exsecretario de Seguridad Pública es el de haber rendido en 2018 una o más declaraciones falsas ante agentes del Servicio de Aduanas e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS por sus siglas en ingles), en la que negó que estuviera implicado o que haya participado en hechos posiblemente constitutivos de algún delito.
El fiscal agradeció la colaboración a la Agencia de Control de Drogas estadounidense (DEA, en inglés) en Nueva York y Houston (Texas), a la agencia de investigaciones de seguridad nacional, al Departamento de Policía y al estado de Nueva York por su trabajo en el caso.
“El arresto demuestra nuestra determinación de llevar ante la justicia a quienes ayudan a los carteles a infligir daños devastadores en Estados Unidos y México, independientemente de los cargos que mantuvieron mientras cometían sus crímenes”, dice el comunicado.
García Luna habría cometido los delitos que se le imputan entre 2001 y 2012, mientras ocupaba puestos de alto rango en el Gobierno mexicano, cuando “recibió millones de dólares en sobornos del Cartel de Sinaloa a cambio de proporcionar protección para el tráfico de su droga”.
El cartel obtuvo a cambio “un pasaje seguro para sus envíos de drogas, información confidencial de las fuerzas del orden sobre investigaciones sobre el cartel e información sobre carteles rivales de drogas, lo que facilitó la importación de cantidades de toneladas de cocaína y otras drogas”, dice la imputación.
El ahora imputado dirigió entre 2001 y 2005 la Agencia Federal de Investigación, y entre 2006 y 2012 la Secretaría de Seguridad Pública, controlando a la Policía Federal (actualmente en proceso de ser disuelta para dar paso a la Guardia Nacional).
García Luna supuestamente recibía el dinero “en maletines que contenían entre tres y cinco millones de dólares” y, según los registros financieros, hasta 2012 habría acumulado una fortuna personal de millones de dólares.
El mexicano vivía desde 2012 en Florida (sudeste de EEUU); en 2018 presentó supuestamente una solicitud de naturalización, en la que mintió sobre sus antecedentes.
Con información de Sputniknews y Animal Político