Julio César Chávez jr. decidió no salir a combatir en el séptimo round de la pelea que sostuvo contra el estadunidense Daniel Jacobs, argumentando falta de aire por una fractura de nariz. Su abandono provocó el descontento del público, mayoritariamente mexicano, que se había dado cita en la Talking Stick arena de Phoenix, Arizona.
Jacobs, quien estaba 17 a 1 como favorito en las apuestas, se impuso así en un combate opaco, lento y aburrido, que acabó por tener más de farsa que de boxeo. Previo a la pelea, el hijo de “la leyenda” tuvo que pagar una multa de un millón de dólares por no dar el peso acordado para el encuentro.
Chávez Jr. abandonó el cuadrilátero antes de que se diera el fallo oficial, y mientras se encaminaba hacia el vestuario recibió una lluvia de objetos, cortesía de sus descontentos seguidores.
Con información de La Jornada