Pese a esfuerzos y sanciones, en México se mantiene la tradición de disparar balas al aire como una manera de festejar celebraciones, días especiales, fiestas navideñas como la que inminente, o simplemente por el gusto de “echar bala”, lo que ha colocado a México como el segundo país en América Latina con más incidentes y víctimas derivados de estos eventos.
Ello de acuerdo con el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC), con base en un monitoreo periodístico que arrojan alrededor de 116 casos de víctimas de una bala perdida o disparada al aire en alguna fiesta patronal, celebración o temporada especial.
Con ello, nos colocamos sólo por debajo de Brasil que registró 197 víctimas, pero arriba de Colombia, que tuvo 101; de Venezuela, con 70, y Perú, que registró 42.
Estos incidentes 116 eventos en México derivaron en 132 víctimas: 55 personas muertas y 77 lesionadas. Por edades, 54 de los afectados eran menores —40.9% del total—, 32 eran adultos, 24 eran adultos jóvenes y de 22 no se especificó este rasgo.
La gran mayoría de estos casos tienen una característica en común: la impunidad, pues casi nunca hay responsables de esas muertes o lesionados, muchas veces graves o que los deja incapacitados, con pérdidas de ojos, o alguna extremidad de su cuerpo.
De acuerdo con ese estudio, en el 28% de los casos no se supo de dónde provino la bala perdida, en 16% ocurrió por situaciones de violencia social, en 15% por causa del crimen organizado y en 14% se originó por los llamados “tiros alegres”, aquellos que se lanzan al aire en algún festejo.
ENDURECER SANCIONES. Es por ello, que diputados buscan endurecer las sanciones y tipificar como acto ilícito o delictivo la acción de disparar un arma de fuego al aire.
La diputada de Morena Socorro Irma Andazola Gómez busca modificar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y el Código Penal Federal, a fin de establecer hasta tres años de prisión o 360 días de multa y decomiso.
Las mencionadas sanciones aplicarían al que, sin causa justificada, realice disparos de arma de fuego al aire, sobre una persona o grupo, en un domicilio particular, vía pública, establecimientos comerciales, o en lugares concurridos fuera de un campo de tiro debidamente autorizado, abundó.
Precisó su iniciativa pretende que el disparo de armas de fuego, como se dice comúnmente “al aire”, de forma indiscriminada, por gusto o sin una justificación de peso, debe ser consignado y clasificado como un delito, para salvaguardar la seguridad y vida de una o varias personas.
La legisladora recordó el caso de Aideé Mendoza Jerónimo, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Oriente, quien falleció al ser alcanzada por una bala mientras se encontraba en clase.
Hendrik Cuacuas, de 10 años, también en murió después de dos días a causa de un proyectil que traspasó el techo y se alojó en su cabeza cuando veía con su papá una película en la sala del Cinépolis de Plaza Ermita, Iztapalapa, el 2 de noviembre de 2012, ambos en la ciudad de México.
Ambos casos continúan sin resolverse aunque los peritajes revelaron que los disparos se hicieron desde el exterior del salón de clases del plantel de la UNAM, y desde afuera del complejo cinematográfico, respectivamente.
“De aprobarse la iniciativa, las diputadas y diputados de ésta Legislatura, estaremos aprovechando la oportunidad de hacer los cambios normativos necesarios para ofrecer a la ciudadanía instrumentos legales que respondan a las exigencias de nuestros tiempos en materia del derecho a la protección de la vida”, añadió la legisladora de Morena.
Con información de Crónica