Bolivia ha acusado a la embajada de España en La Paz de cometer “atropellos” a su soberanía, por un incidente con la policía boliviana que custodia una sede diplomática de México en esta ciudad.
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, ha anunciado que presentará una nota de protesta ante el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, por el incidente provocado al parecer por funcionarios de la embajada española que iban acompañados de “encapuchados” y “presumiblemente armados”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha asegurado que el incidente en la visita realizada por la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero, “era exclusivamente de cortesía” y ha negado rotundamente que intentara sacar a exministro del expresidente Evo Morales asilados en la residencia de la embajadora. Además ha anunciado la comparecencia de Margarita Robles, la ministra de Defensa en funciones, encargada del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en el Congreso para dar explicaciones.
El incidente se produjo en la mañana hora local en la residencia de la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado. La residencia se cree que alberga a alrededor de una decena de personas a las que el Gobierno interino de Bolivia acusó ante la Justicia de distintos delitos, entre ellas varios exministros de la etapa de Evo Morales procesados por acusaciones como terrorismo.
El Ejecutivo provisional de Jeanine Áñez calificó el incidente de “atropello a la soberanía” de Bolivia, después de que fueran “identificados como funcionarios de la embajada de España en Bolivia” que iban “acompañados por encapuchados”. La ministra interina de Exteriores de Bolivia señaló que estas personas “intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática”. “La Policía Boliviana frenó el ingreso de los vehículos”, con matrículas de la embajada española, ya que “la presencia de encapuchados representaba una potencial amenaza”, comentó. Karen Longaric afirmó que después pudo ingresar el personal diplomático de España de forma “libre”.
En respuesta a estos acontecimientos, el Ministerio español de Asuntos Exteriores abrirá una investigación ante la acusación formulada este viernes por Bolivia contra la Embajada de España por cometer “atropellos” a su soberanía, por el incidente denunciado por la canciller Longaric.
Por su parte, el Gobierno de México ha denunciado que las fuerzas de seguridad boliviana han interceptado varios vehículos de la Embajada española en el país tras una “visita de cortesía” por parte de la encargada de negocios del país, Cristina Borreguero, después de las críticas vertidas desde La Paz. El Ministerio de Exteriores mexicano ha indicado que Borreguero y el cónsul de España en Bolivia, Álvaro Fernández, se han reunido durante la jornada con la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, en la Residencia de México en Bolivia.
En su comunicado, recogido por el diario mexicano ‘La Razón’, el Ministerio ha resaltado que la reunión transcurrió con normalidad durante 40 minutos y que posteriormente Mercado acompañó a los visitantes a la entrada de las instalaciones para esperar a sus automóviles, que “habían salido del perímetro y se encontraban fuera de la residencia”. “Al ver que los vehículos diplomáticos no llegaban y los visitantes ya no podían comunicarse con sus chóferes ni con sus elementos de seguridad, la embajadora Mercado se desplazó hacia el extremo de la terraza para observar si por la cuesta subía algún auto desde la urbanización”, ha indicado. Así, ha agregado que la embajadora mexicana escuchó gritos e “invitó a reingresar a la residencia” a Borreguero y Fernández”, tras lo que ambos “fueron informados de que sus autos habían sido detenidos en el acceso de la urbanización hacia la residencia de México y no les permitían ingresar”.
México ha resaltado que posteriormente se confirmó que las autoridades bolivianas no daban permiso de acceso a los vehículos y que Borreguero consiguió contactar con la Cancillería boliviana, que le trasladó que debía bajar a pie hasta la entrada de la urbanización, a lo que ambos diplomáticos se negaron en ausencia de su equipo de seguridad.
Finalmente, el Ministerio de Exteriores boliviano comunicó que un vehículo oficial del Ejecutivo del país entraría para recogerles, algo que fue aceptado por ambos, siempre según la versión facilitada por las autoridades mexicanas.
“El automóvil arribó poco más de una hora después”, ha manifestado, antes de agregar que la jefa de cancillería de la Embajada de México fue también detenida en vehículo oficial en el mismo acceso y, “si bien a ella le permitieron entrar, le fue requerida su identificación”.
Con información de Vanguardia