La falta de agua, derivada del cambio climático, es el mayor reto que enfrenta el Canal de Panamá para seguir operando con normalidad, señaló el gobierno, a 20 años de que Estados Unidos transfiriera su administración al país centroamericano.
En dos décadas de administración panameña, el Canal “ha rendido sus frutos: ha hecho crecer la fe en nosotros mismos”, pues “administramos con mayor eficiencia la ruta, que rinde dividendos crecientes” destinados “al desarrollo, dijo el presidente panameño, Laurentino Cortizo.
Sin embargo, el abastecimiento de agua es “un reto enorme”, señaló Cortizo. “No solamente el agua para consumo humano, sino para producir alimentos y el agua para el Canal. Ahí tenemos otro de los grandes retos”, añadió el mandatario.
La vía enfrenta los embates del cambio climático. Según la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), en 2019 las lluvias estuvieron 27% por debajo del promedio, mientras que el aumento de las temperaturas llevaron a una mayor evaporación de agua en los embalses que abastecen la vía marítima.
La situación ha provocado que de los 5,250 millones de metros cúbicos de agua dulce que necesita el Canal para operar de manera sostenida, sólo se dispongan de unos 3,000 millones, lo que hace temer que las navieras opten por otras rutas, como el Canal de Suez, para evitar incertidumbre.
“En lo que va de siglo hemos visto nuevas oportunidades y amenazas, la mayor de ellas el cambio climático y sus efectos, que claramente nos afectan”, destacó el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez.
La ACP espera poder implementar en breve medidas como buscar nuevas fuentes de agua, subterránea o de plantas de tratamiento, trasvase de ríos, nuevos embalses o desalinizar agua de mar.
El Canal de Panamá fue construido y administrado por EE. UU. desde su inauguración en 1914, y su transferencia fue plasmada en los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977 y producto de años de negociaciones entre los dos países.
El Canal de Panamá aporta al fisco cada año los excedentes de su operación. En 2019 esos recursos llegaron a 1.786,41 millones de dólares, otra cifra récord marcada tras la entrada en operaciones en junio de 2016 de la ampliación de la vía tras casi una década de trabajos y una inversión de al menos 5.600 millones de dólares.
El ensanche consiste en un tercer carril que permite el paso de los buques neopanamax, con el triple de capacidad de carga de los que surcan el canal inaugurado en 1914, cuya principal obra, las nuevas esclusas, fue construido por un consorcio internacional liderado por la española Sacyr.
El Canal, inaugurado en 1914, también enfrenta una disminución global del comercio y el cambio de rutas marítimas, que se han desplazado hacia Asia en detrimento de Estados Unidos y América Latina.
Los expertos claman por una mayor integración del sector logístico panameño y por una diversificación de actividades y mercados. Aunque su principal negocio siguen siendo el segmento de portacontenedores, el transporte de gas es el negocio que más ha crecido.
Con información de Forbes