Un cohete cayó dentro del complejo de la Zona Verde de Bagdad que alberga a la embajada estadounidense este sábado por la tarde, tiempo local, mientras que otro golpeó el vecindario cercano de Jadriya.
Otros dos proyectiles fueron disparados hacia la base aérea de Balad en la capital, aunque nadie resultó herido, dijo el Ejército iraquí en un comunicado.
En tanto, entre cánticos que exigían “muerte a Estados Unidos”, decenas de miles de personas marcharon este sábado en Irak para despedir al comandante iraní Qassem Soleimani y a un líder de la milicia iraquí que murieron en un ataque aéreo de Washington, un hecho que ha reavivado el temor a un nuevo conflicto en Oriente Medio.
A medida que se acrecientan las preocupaciones por la seguridad tras el ataque del viernes, la alianza OTAN y una misión liderada por Estados Unidos suspendieron sus programas de entrenamiento de efectivos militares de Irak, dijeron funcionarios.
“La seguridad de nuestro personal en Irak es crucial. Continuamos tomando todas las precauciones necesarias”, dijo el portavoz de la OTAN, Dylan White, en un comunicado.
Soleimani, comandante de las legiones en el exterior de las Guardias Revolucionarias de Irán, murió durante un ataque de Estados Unidos a su caravana en el aeropuerto de Bagdad. El principal comandante de las milicias de Irak, Abu Mahdi al-Muhandis, un colaborador de Soleimani, también murió en el ataque.
El operativo llevó a Washington y sus aliados, en su mayoría Arabia Saudita a Israel, a un territorio poco conocido en su confrontación con Irán y las milicias que apoya en la región.
Francia reforzó sus actividades diplomáticas este sábado para reducir las tensiones en Oriente Medio. El presidente francés, Emmanuel Macron, conversó con su par iraquí, Barham Salih, de acuerdo con el despacho del mandatario en París.
“Los dos presidentes acordaron permanecer en estrecho contacto para evitar una escalada mayor en las tensiones y garantizar la estabilidad en Irak y la región”, indicó la declaración del despacho de Macron.
Gholamali Abuhamzeh, un alto comandante de las Guardias Revolucionarias de Irán, dijo que su país castigaría a los estadounidenses “donde quiera que puedan ser alcanzados” y sugirió que la república islámica podría lanzar ataques contra embarcaciones militares en el Golfo Pérsico.
La embajada de Estados Unidos en Bagdad instó a los ciudadanos estadounidenses a dejar Irak. Decenas de trabajadores de firmas petroleras abandonaron la ciudad sureña de Basora el viernes.
Con información de Forbes