Australia sufre incendios forestales de una envergadura y alcance sin precedentes que ya han devastado partes enteras de su territorio. Estos son algunos elementos clave sobre el alcance de la catástrofe:
1.- Tamaño
Desde septiembre se han quemado más de 6 millones de hectáreas, el doble del tamaño de Bélgica. En comparación, casi 2,5 millones de hectáreas se convirtieron en humo en agosto en la Amazonía.
Los incendios de 2018 en California destruyeron casi 800.000 hectáreas durante una de las peores temporadas de incendios forestales en este estado estadounidense.
2.- Muertos
Los incendios causaron 24 muertos, según el primer ministro Scott Morrison, de los cuales 17 en el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado.
El número de animales muertos ascendería a 480 millones, solo en el estado de Nueva Gales del Sur, según un estudio de la Universidad de Sídney. Una evaluación que podría ser “considerablemente más alta”, según los especialistas.
3.- Casas destruidas
Más de 1.500 casas quedaron reducidas a cenizas, una cifra que podría aumentar. Ciudades enteras en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria, en el sudeste de Australia, fueron borradas del mapa en Nochevieja.
Miles de bomberos voluntarios luchan contra estos incendios que comenzaron en septiembre. El sábado el gobierno llamó a 3.000 reservistas militares, una movilización sin precedentes según la ministra de Defensa.
4.- Condiciones extremas
Australia es el continente más propenso a los incendios que suelen ser frecuentes durante el verano, entre diciembre y febrero. El país sufre actualmente un largo período de sequía y una subida de las temperaturas. Desde 1910, las temperaturas han aumentado en promedio alrededor de un grado Celsius.
Según los servicios meteorológicos australianos, el año pasado, el periodo de enero a noviembre fue el segundo más seco registrado desde 1902, así como el más caluroso registrado. Gran parte de Australia experimenta una sequía prolongada debido a la falta de precipitaciones. Paralelamente, hay fuertes vientos en todo el territorio que avivan y propagan las llamas.
5.- Precedentes
Los científicos han advertido que una de las consecuencias del cambio climático es un aumento de la cantidad de días calurosos y paisajes más secos. Estos dos factores provocan una temporada de incendios más larga y con focos más intensos.
En 2009, el estado de Victoria vivió un “sábado negro” con la muerte de 179 personas en el peor incendio de la historia de Australia. El miércoles de ceniza de 1983 hubo 75 muertos en los estados de Australia Meridional y de Victoria.
Con información de RPP Noticias