Puerto Rico fue sacudido la madrugada de este lunes por un nuevo sismo de magnitud 5.7 que provocó deslaves leves, grietas importantes en viviendas y cortes en su suministro eléctrico. Hasta el momento no se reportan víctimas mortales.
El movimiento telúrico forma parte de una inusual serie de terremotos en la región sur de la isla que comenzó la noche del 28 de diciembre con magnitudes que oscilan entre 4.7 y 5.1. Sin embargo, el de hoy fue uno de los más potentes en más de una semana.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, el temblor se registró a las 06:32 hora local, justo al sur de la isla, a una profundidad relativamente escasa de 10 kilómetros.
Ángel Vázquez, director de gestión de emergencias de Ponce, una ciudad del sur de Puerto Rico, dijo que en algunas partes de la isla se reportaron cortes de electricidad tras el temblor. Señaló que fue uno de los sismos más potentes desde que comenzó a temblar el pasado 28 de diciembre y que “duró mucho tiempo”.
La prensa local informo que, en un hotel en la localidad de Guánica, en la costa suroeste de la isla, la gente entró en pánico al intentar huir en sus autos. En su intento piedras de grandes dimensiones que ocupaban la única carretera hacia el norte, hacia la capital, San Juan, les impidieron el paso.
El director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, explicó que la serie de sismos superficiales se registró en tres fallas ubicadas en la región suroeste: Valle de Lajas, Punta Montalva y el Cañón de Guayanilla.
Estos temblores suelen producirse cuando la placa norteamericana y la placa del Caribe comprimen a Puerto Rico, y no está claro cuando dejará de ocurrir.
Uno de los sismos más fuertes y devastadores de los que se tenga noticia en Puerto Rico se registró en octubre de 1918. Fue un terremoto de magnitud 7.3 que impactó cerca de la costa noroeste de la isla, que originó un tsunami y provocó la muerte de 116 personas.
Con información de Proceso