El comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), Amir Ali Hajizadeh, ha declarado este sábado que cuando se enteró del accidente del avión de pasajeros de Ukraine International Airlines, deseó “estar muerto”, según recogen medios locales.
“Después de escuchar esta noticia […], deseé estar muerto”, reconoció el militar de alto rango, que habló este sábado en rueda de prensa. Hajizadeh agregó que el CGRI acepta toda la responsabilidad por la destrucción de la aeronave y que aceptará cualquier decisión que adopten las autoridades de la república islámica.
El comandante iraní explicó que el avión ucraniano fue identificado erróneamente como un misil de crucero entrante, lo que, eventualmente, desencadenó la tragedia.
Hajizadeh señaló que el incidente se produjo en medio de una gran tensión con Washington, “mayor que al comienzo de la Revolución [iraní]” de 1979 —dijo—, y que en su país regía el máximo nivel de alerta, previo a “un estado de guerra”, a la espera de potenciales ataques por parte de EE.UU.
Un avión ucraniano Boeing 737-800 se estrelló el pasado 8 de enero cerca del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini, en Teherán. Las 176 personas que viajaban a bordo, tanto pasajeros como miembros del equipaje, perecieron en el accidente.
La catástrofe aérea se produjo horas después de que dieran comienzo los ataques con misiles balísticos de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica contra dos bases de Irak usadas por las tropas estadounidenses, en venganza por el asesinato del general Qassem Soleimani, abatido en un ataque aéreo estadounidense la semana pasada.
Tras la promesa de Donald Trump de atacar 52 sitios iraníes —algunos de ellos de un alto valor cultural— si Teherán lanzaba ataques contra estadounidenses o atentaba contra sus intereses nacionales tras la eliminación de Soleimani, los sistemas de defensa aérea de Irán se encontraban en un elevado nivel de alerta tras el lanzamiento de misiles contra las bases en Irak.
Con información de RT