Realizar actividades extraescolares mejora la vida de los estudiantes en diferentes aspectos y en cualquier nivel educativo, pues dejan un sinfín de beneficios como el desarrollo de habilidades, socializar y adaptarse a diferentes tipos de personalidades, así como a trabajar en equipo
Trabajo en equipo. Niños y adolescentes podrán desarrollar el respeto, la tolerancia y logran cooperar para el desarrollo de diversas actividades.
Organización. Tener otras prácticas después de la escuela los ayuda a organizar su tiempo libre.
Socializar. Los niños logran compartir ideas, juegos y gustos. Ayuda tanto a los niños tímidos como sociables.
Estimulación. Practicar cualquier tipo de actividad que desconecte a los niños y adolescentes de la vida escolar ayuda a la estimulación de la diversión y el aprendizaje.
Desarrollo de habilidades. Formar parte de otras prácticas ayuda a la formación integral de las personas.
Salud física y emocional. Practicar un deporte beneficia el desarrollo físico y emocional, además que puede prevenir el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades cardíacas asociadas a ella. Asimismo, ayuda a controlar la hiperactividad de los niños.
Con información de El Horizonte