Un terremoto de 6,5 en la escala de Richter ha sacudido este viernes el este de Turquía, donde se derribaron decenas de edificios, y se ha dejado sentir en amplias zonas del país, incluso en Irak y Siria. Al menos se han contabilizado 18 víctimas mortales y cientos de heridos, según ha informado el ministro de Salud, Fahrettin Koca. Ha declarado el ministro de Interior, Süleyman Soylu, que se han cifrado en más de 500 el número de heridos, habiendo al menos 30 personas debajo de escombros de los inmuebles.
El sismo ha golpeado el distrito de Sivrice, en la provincia de Elazig, sobre las 20.55 hora local, según el centro sismográfico Kandilli de Turquía, y ha estado seguido por al menos 80 réplicas, las mayores de magnitud 5,4 y 5,1. El epicentro se encuentra a unos 6,75 kilómetros de la superficie, aunque inicialmente se le adjudicó una magnitud de 6,8, el centro sismográfico rebajó posteriormente la potencia del terremoto a 6,5 puntos.
Fahri Baykara, el alcalde de Duygulu otra aldea cercana al epicentro del sismo, explicó que varios edificios se derrumbaron y que hubo heridos, aunque no víctimas mortales. Sin embargo, explicó que los vecinos están asustados y se disponen a pasar la noche a la intemperie pese al frío.
Los servicios meteorológicos advierten que las temperaturas por la noche en la zona siniestrada pueden descender hasta los diez grados bajo cero por lo que se ha pedido a los vecinos que tomen precauciones contra el riesgo de congelación. Las autoridades provinciales han abierto residencias y centros deportivos para alojar a los damnificados.
El sismo cortó parcialmente las conexiones telefónicas en estas provincias de la región de Anatolia Oriental y las autoridades turcas han pedido a los ciudadanos que utilicen lo menos posible las líneas telefónicas -excepto en casos de emergencia- y traten de comunicarse mediante llamadas por internet y a través de SMS.
Con información de El País