Para América Latina, 2019 “fue un año económicamente decepcionante, electoralmente intenso, socialmente crispado y con una gobernabilidad compleja”, estableció el director regional de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe, Daniel Zobatto.
Datos del Latinobarómetro de 2018 evidencian la “crisis de la mediana edad” que atraviesa la democracia latinoamericana: el apoyo a la democracia cayó al 48 por ciento; la indiferencia entre democracia y autoritarismo subió al 28 por ciento; la insatisfacción con la democracia trepó del 51 por ciento al 71 por ciento, mientras que la satisfacción cayó del 44 por ciento al 24 por ciento.
La coyuntura latinoamericana se caracteriza por un alto nivel de volatilidad, incertidumbre, polarización y tendencias populistas. Además de las graves crisis venezolana y nicaragüense, que siguen abiertas, generando grave sufrimiento a sus pueblos y agravando el drama migratorio, hay que poner el foco en la compleja situación que afecta a los países del Triángulo Norte, incluido también el tema migratorio, así como el choque de poderes en Perú (octubre 2019) y en Venezuela (enero 2020). A ello se suman estallidos sociales en Ecuador, Chile y Colombia (octubre y noviembre 2019).
En cuestión económica, el doctor Zovatto reconoce que “la década que se cerró ha sido decepcionante. Inició en 2010, plena de oportunidades y promesas, con una tasa de crecimiento del 6%… cerró en 2019 con un crecimiento anémico del 0.1%, promedio regional”.
Por otro lado, argumenta Zovatto, “el malestar social y la inestabilidad seguirán presentes. Las clases medias, muy descontentas con el status quo, se sienten vulnerables y exigen un mayor gasto social de parte de sus gobiernos, reduciendo de este modo su capacidad para implementar las medidas de ajuste que el Fondo Monetario Internacional y los inversores privados demandan para entregarles recursos frescos”
Con información de Aristegui Noticias