La compañía Cruise no ha dejado a nadie indiferente: la rama de la multinacional General Motors ha presentado su primer automóvil eléctrico capaz de transportar a varias personas sin necesidad de un conductor. Puede que pronto algunos se libren de tener que examinarse para obtener el permiso de conducir.
Especializada en vehículos autónomos, Cruise ha diseñado un automóvil de lo más peculiar: tiene hasta seis plazas, pero ninguna es para un conductor. Origin, que es el nombre que el vehículo ha recibido, está equipado con pantallas digitales.
Por ahora, el vehículo solo va a probarse en circuitos cerrados como el que hay en la sede de General Motors, en Míchigan. ¿La razón? El vehículo autónomo no cumple con la regulación federal de seguridad de EEUU referente a los vehículos de motor.
Tal y como ha informado TechCrunch, el director general de la compañía, Dan Ammann, ha anunciado que el precio de venta del nuevo automóvil será “bajo”, si bien todavía no ha dado cifras concretas.
“Si realmente queremos mejorar la vida y nuestras ciudades, necesitamos que una cantidad enorme de personas utilicen Origin de Cruise. Y eso no ocurrirá a no ser que partamos de una propuesta muy simple: una experiencia mejor a un precio más bajo de lo que pagamos por transportarnos a diario”, ha declarado el director.
Cruise fue fundada en 2013 en San Francisco, pero el gigante del motor General Motors la compró tres años después por 1.000 millones de dólares.
Con información de Sputniknews