Ana Caridad Pérez Acosta: la gente se vuelve a emocionar al escuchar el vals; forma parte de la memoria musical mexicana
A los 26 años falleció Juventino Rosas en Cuba, quien, en pleno porfiriato y a pesar de provenir de una familia humilde, ya había conquistado gran prestigio internacional.
Era uno de los músicos favoritos de Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz, a quien el compositor mexicano dedicó algunas obras e incluso por su música hasta los europeos se pelearon la autoría.
Juventino Rosas nació el 25 de enero de 1868 en Santa Cruz de Galeana, Guanajuato, y falleció el 9 de julio de 1894. Músico autodidacta, a lo largo de su corta vida compuso más de 90 obras, aunque sólo se conservan 32 partituras, entre ellas está el vals Sobre las obras, pieza conocida internacionalmente con numerosas grabaciones en el extranjero.
A decir de la contralto Ana Caridad Pérez Acosta, “lo más importante que legó Juventino Rosas fue su inmensa sensibilidad y talento. Era una persona de origen autóctono y nació en Guanajuato, cerca del pueblo donde nací. Fue un hombre que, a pesar de los pesares de su época, logró sobresalir y su arte musical ha trascendido fronteras, tiempo, situaciones políticas y socioeconómicas. Es uno de nuestros inmortales mexicanos.
“Como intérprete he tenido algunas oportunidades de acércame a su música, pues escribió principalmente valses. He interpretado algunos de ellos y es una tarea interesante de lograr, aunque normalmente son ejecuciones para orquesta. A mí me pareció buena idea interpretarlas con voz y piano, lo cual fue un rotundo éxito”.
Alrededor de la composición de Sobre las olas, el segundo vals más conocido en el mundo, después del Danubio azul de Strauss, hay muchas versiones, algunas hacen referencia que tuvo lugar en Tláhuac, otro en Contreras, en la Ciudad de México, sin embargo, dijo, no cabe duda de que forma parte de la memoria musical mexicana.
“Con su vals inmortal Sobre las olas sigue vigente, la gente se vuelve a emocionar, se pone de pie en cuanto escuchan las primeras notas, por eso es muy emocionante volver a ejecutar su música y ver la pasión con que los mexicanos la recibimos. Además, es una obra que han peleado los europeos por atribuírsela”, expresó la cantante mexicana.
“Pienso que, a diferencia de los valses europeos, tiene una pasión que le pertenece mucho a los mexicanos. Es la belleza europea, la estética europea, pero la pasión de un compositor y ejecutante mexicano. Eso lo percibimos mucho nosotros, porque tendemos a ser apasionados”.
En este contexto, consideró necesario recordar a un gran intérprete de la obra de Juventino Rosas, al pianista Carlos Pecero, quien falleció recientemente. Además, fue uno de los grandes ejecutantes de los valses mexicanos y un interprete con extenso repertorio que equivaldría a cinco pianistas diferentes, sólo para intentar cubrir la gama de obra que el abarcaba”.