Juan Carlos N., ingeniero industrial antes de convertirse en el asesino del priista Aurelio Gancedo, se dedicaba a su profesión, pero tenía una vida paralela: era sexo-servidor. Ofertaba sus servicios a hombres de todas las edades, a través de una página de Internet que explota ese nicho.
Según datos por policías de investigación, Aurelio Gancedo lo habría contactado el mediodía del lunes 20 de enero. Juan Carlos habría aceptado el trato y se dirigieron a un hotel ubicado en las inmediaciones de la terminal de autobuses.
Juan Carlos y Aurelio Gancedo habrían tenido una discusión, lo que llevó al ingeniero industrial a atacarlo hasta llegar al punto de asfixiarlo. Cometido el asesinato, Juan Carlos habría huido del hotel con toda tranquilidad, pero volvió por el cuerpo del priísta al percatarse de su identidad e importancia.
Según esta versión contenida en la carpeta de investigación, al volver por Aurelio ya muerto, lo metió en su propio auto, el Mini Cooper 2015, lo llevo a otro hotel, entró al otro hotel, ahí lo dejo y fue por los cuchillos con los que posteriormente cortaría en pedazos el cuerpo.
Así, a sangre fría, lo desmembró y lo metió en bolsas negras; luego, de nuevo lo introdujo al vehículo y al final condujo hasta el terreno baldío en la colonia Las Mercedes donde lo dejó abandonado.
El resto de la historia aún se construye. Juan Carlos N. esta mañana asistió a la audiencia de vinculación por el asesinato de Aurelio Gancedo Rodríguez.