Charles Lieber, director del departamento de química y biología química de Harvard, fue arrestado el martes tras ser acusado por fiscales estadunidenses de esconder su presunto rol en un programa del gobierno chino que según funcionarios de seguridad, roba secretos comerciales.
El arresto del especialista en nanociencia es el último desarrollo en una larga lista por presunto robo de propiedad intelectual. La justicia estadunidense investiga cientos de casos de presunto robo por parte de científicos chinos que trabajan o están visitando el país.
Dos otros científicos, ambos chinos, también fueron inculpados el martes, dijo el departamento de Justicia en un comunicado. Uno es un estudiante de ciencias de la Universidad de Boston que, según los fiscales, no informó a las autoridades migratorias que también era integrante de las fuerzas armadas chinas, específicamente del Ejército de Liberación del Pueblo.
El otro detenido es un investigador sobre el cáncer acusado de intentar sacar de Estados Unidos en sus calcetines 21 viales que contenían investigaciones biológicas. Fue arrestado en el aeropuerto de Boston el 30 de diciembre. El arresto de Lieber, de 60 años, es inusual porque no es de origen chino y es una prominente figura en una de las universidades más respetadas del mundo.
Los fiscales aseguran que China empleaba a Lieber como científico estratega y le pagaba un salario de 50 mil dólares por mes, así como hasta 158 mil dólares por año en gastos. Aseguran también, que recibió más de 1,5 millones de dólares para instalar un laboratorio en la Universidad de Tecnología de Wuhan. Aseguran que Lieber mintió en dos oportunidades sobre su afiliación con la Universidad de Wuhan y dijo no estar involucrado en el Plan de Mil Talentos del gobierno chino.
Como receptor de más de 15 millones de dólares en fondos gubernamentales para investigación, Lieber debía informar sobre cualquier eventual conflicto de interés financiero extranjero, incluido apoyo financiero de gobiernos o entidades extranjeras.
El programa Mil Talentos busca reclutar expertos internacionales en investigación científica, innovación y espíritu emprendedor. Pero el gobierno estadunidense lo ha descrito como una amenaza a la seguridad nacional. “Esta es una pequeña muestra de la campaña continua de China para absorber conocimiento y tecnología estadunidenses en beneficio propio”, dijo a periodistas el fiscal del estado de Massachusetts, Andrew Lelling.
Con información de Milenio