En ocasiones conviven con nosotros durante años sin percatarnos de que existen. Los lipomas son pequeños bultos localizados en determinadas zonas del cuerpo que no son peligrosos pero que debemos conocer y detectar a tiempo. Toma nota.
¿Qué es un lipoma?
Son tumores que provienen de tejidos grasos. Suelen ser redondos, con la forma de una bola situada debajo de la piel, de textura blanda y que puede desplazarse con los dedos. Por ello es fácilmente reconocible en una exploración médica. Su tamaño suele ser de menos de un centímetro aunque pueden llegar a alcanzar más de 6.
Normalmente no duelen y suelen ir creciendo hasta que nos damos cuenta de que existen. Pueden desarrollarse en diversos lugares del cuerpo como la parte baja de la espalda, el pecho, los hombros, la cabeza, la parte interna de los brazos, la frente, las manos o el cuello.
Los lipomas no son cancerígenos (son tumores benignos) e incluso podemos encontrar varios lipomas en la misma zona del cuerpo. Es lo que se denomina como lipomatosis.
Suelen aparecer en adultos de entre 40 a 60 años, aunque a veces también pueden aparecer en niños o jóvenes.
Tratamiento para los lipomas
Los lipomas pueden ser tratados con inyecciones sobre la zona.
No existe un tratamiento específico y no han de ser eliminados excepto cuando el médico quiere asegurarse de que es un tumor benigno, el bulto crece más de 5-6 cm de diámetro o porque resulte doloroso.
En el caso de que sea retirado, la operación es sencilla, ambulatoria y sin anestesia.
Otros tratamientos incluyen:
Liposucción. La liposucción consiste en succionar el tejido graso a través de una aguja.
Inyecciones de esteroides. Estas inyecciones se usan en la zona afectada y pueden reducir el tamaño del lipoma.
Consejos para evitar su aparición
Consumir más Omega 3 previene la acumulación de grasa y limpia el organismo.
Para evitar los lipomas hay que proceder a desintoxicar el cuerpo y adoptar hábitos saludables:
Elimina las grasas saturadas de tu dieta.
Evita los conservantes, la harina blanca, las carnes rojas, la leche entera etc.
Aumenta el consumo de frutas y verduras para eliminar toxinas.
Hidrátate a menudo y bebe agua en ayunas.
Consume más Omega-3 que evita el crecimiento de tejido adiposo.
Con información de OkDiario