Si fuera posible obtener nutrientes sin materias primas vegetales o animales, no solo se podría alimentar a más seres humanos en el planeta, sino que contaríamos con un menú idóneo para los astronautas de los futuros viajes al espacio exterior.
Este es el objetivo de Solein, una nueva proteína que simplemente requiere agua, aire, electricidad y la ayuda de microbios. Este proyecto tecnológico es obra de Solar Foods, una empresa finlandesa que está colaborando con la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) para desarrollar el menú de los astronautas que viajen a Marte.
En la investigación han participado también el VTT Research Centre (Centro de Investigación VTT) de Finlandia y la Universidad Tecnológica de Lappeeenranta. La hoja de ruta de este nuevo proyecto tecnológico es ambiciosa: Solein comenzará a comercializarse en el año 2021 y se prevén unas ventas de cincuenta millones de comidas basadas en este alimento sintético en los próximos dos años.
¿Pero cómo funciona exactamente el proceso?
Los principios básicos consisten en introducir microbios en un líquido alimentado con dióxido de carbono y burbujas de hidrógeno obtenidas a través de un proceso de electrólisis del agua.
Las bacterias se alimentan de estos gases y los metabolizan en forma de proteína que se extrae posteriormente a través de un proceso de deshidratación.
Por último, la harina resultante se puede texturizar por medio de impresión 3D o bien añadir a otros alimentos a modo de complemento. El coste del producto final es relativamente barato, ya que se prevé que el precio de venta de un kilo ronde los cinco euros.
Con información de Im´novation