Estas supuestas grietas no son detectables por los telescopios, y si de hecho existen, son un recordatorio de una época que tuvo lugar poco después del Big Bang, cuando el universo acababa de pasar de un estado más cálido a uno más fresco y similar a lo que tenemos en los días de hoy, explicó Live Science.
Arrastre y deformación: quizá las órbitas no estén tan definidas como pensábamos
De acuerdo con la teoría propuesta, el enfriamiento del universo, un proceso llamado transición de fase, comenzó en algunos lugares antes que en otros. “Las burbujas del universo más frío se formaron y se extendieron, floreciendo en el espacio hasta que se encontraron con otras burbujas. Finalmente, todo el espacio hizo la transición y el viejo universo desapareció”, detalló el portal.
Sin embargo, es posible que el estado anterior, de alta energía, siguiera existiendo en las fronteras entre las burbujas, formando grietas en la tela del espacio-tiempo donde esas regiones de enfriamiento se encontraron, pero no encajaron perfectamente. Aunque todavía no hay observaciones que demuestran su existencia, estas grietas o defectos son conocidos como cuerdas cósmicas.
Oscar Hernández, físico de la Universidad McGill en Montreal (Canadá) y coautor de la nueva investigación sobre las cuerdas cósmicas, comparó el surgimiento de estos defectos a las grietas que se pueden observar en los lagos congelados en el invierno.
“El hielo es agua que ha pasado por una transición de fase. Las moléculas de agua eran libres para moverse como un fluido, y de repente, en algún lugar, comienzan a formarse en un cristal… Comienzan a encajarse como mosaicos, que son [a menudo] hexágonos. Ahora, imagine tener azulejos que son hexágonos perfectos y revestir [el lago] con ellos. Si alguien en el otro extremo del lago comienza a revestir también, básicamente no hay posibilidad de que los azulejos se alineen”, explicó.
Los lugares de encuentro imperfectos en la superficie de un lago congelado dan origen a largas grietas, las cuales son similares a las cuerdas cósmicas en el continuo espacio-temporal, si la teoría es correcta.
Descubren las hasta ahora desconocidas ‘dunas’ boreales
El problema es que, según el estudio llevado a cabo por Hernández, junto con Razvan Ciuca del Marianopolis College en Quebec (Canadá), es prácticamente imposible proporcionar datos de radiación cósmica de microondas suficientemente claros para que se detecten las cuerdas cósmicas.
La investigación de Hernández y Ciuca propone una nueva forma para ‘cazar’ a estas grietas en el universo. Se basa en mediciones de la expansión del universo en todas las direcciones a través de partes antiguas del universo. El método, llamado ‘mapeo de intensidad de 21 centímetros’, se basa en mediciones de la velocidad a la que los átomos de hidrógeno se alejan de la Tierra, en promedio, en todas las partes del espacio profundo, explicó Live Science.
“Los mejores observatorios para el mapeo de 21 cm aún no están en línea. Pero cuando lleguen, escribieron los autores, hay esperanza de [encontrar] evidencia más clara de las cuerdas cósmicas en sus datos. Y luego, dijo Hernández, la caza puede comenzar de nuevo”, concluyó el portal.
Con información de Sputniknews